Card. Filoni: 'La solución en Medio Oriente no es dejar tierra arrasada'

El Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén expresó su preocupación por Tierra Santa. Tanto Israel como Palestina tienen "derecho a existir", expresó.

“No se puede pensar que Israel no tenga derecho a existir, pero esto también se aplica a los palestinos. Hay dos derechos. Si no superamos la barrera de la defensa de 'mi derecho exclusivo', estaremos estancados", afirmó este martes 31 de octubre el cardenal Fernando Filoni, prefecto del Dicasterio para la Evangelización de los Pueblo y Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, durante la rueda de prensa de presentación de la Consulta de la Orden, que se celebrará en Roma, del 6 al 10 de noviembre.

"Será un momento para poder reunirnos a distancia con nuestros hermanos y hermanas en esos lugares queridos, para rezar por la paz", explicó el cardenal Filoni.

Medio Oriente: la solución no es dejar tierra arrasada
Al margen de su discurso, consultado por los periodistas sobre la guerra en Gaza, expresó: "Pensamos también en las dificultades psicológicas que viven ambas realidades. Queremos ser de apoyo, de ayuda, sostenerlas y decirles que estamos cerca para que Tierra Santa siga siendo lo que debe ser: un lugar de diálogo y no de conflicto". 

Ante una escalada del odio, el cardenal Filoni afirmó: "Esto no puede seguir así. Es necesario llegar a una solución a los problemas que durante mucho tiempo permanecieron enterrados en los cajones internacionales, en las realidades que podrían y deberían haberse llevado a cabo". 

Un aspecto del drama del momento se refiere a la trampa a la que, de hecho, se ve obligada la población de Gaza: "No se puede pensar en resolver el problema simplemente pensando en tierra arrasada, no se puede. No se puede pensar en 'Sansón muere y también todos los filisteos". 

La Orden aumenta las ayudas para Oriente Medio
Un flujo continuo de ayuda monetaria llega de todas partes donde está presente la Orden del Santo Sepulcro que, a través del Patriarcado Latino de Jerusalén, la destina a las necesidades de quienes viven el terror de la guerra en Oriente Medio. En esta coyuntura histórica marcada por el conflicto, la Orden está contribuyendo con ayuda voluntaria extraordinaria a las necesidades humanitarias de la región, afirmó el embajador Leonardo Visconti di Modrone, gobernador general de la Orden. 

De esta manera, se refuerza aún más la vocación primordial de la Orden: el compromiso con las iniciativas humanitarias que, ante las emergencias derivadas de la actual situación de violencia, se dirijan al ámbito educativo de las nuevas generaciones. Los recursos económicos recaudados se destinan también a beneficiar a universidades, parroquias, hospitales, residencias de ancianos y campos de refugiados, con una contribución voluntaria anual que en los últimos años ronda los 15 millones de euros. 

La Orden no es un adorno para exhibir, se necesita más formación
Cabe recordar que a la Orden pertenecen aproximadamente 30 mil caballeros y damas, todos voluntarios, reunidos en 64 Lugartenencias o Delegaciones Magistrales en 40 países. En proceso de expansión en África, América Latina y Oriente, es un organismo central de la Iglesia, encabezado por un cardenal gran maestre, nombrado por el Papa.

"La formación debe ser tratada con mayor atención, subrayó el cardenal Filoni, incluso en virtud de que no estamos ante una orden de caballería honorífica, sino ante una entidad activa y vital, que desempeña un compromiso y una responsabilidad particular en Tierra Santa". 

Por lo tanto, se especificó que es fundamental apoyar a los caballeros y damas en su dimensión espiritual y comunitaria, no sólo dentro de la Orden sino también en sus diócesis e Iglesias locales. Que pertenecer a la Orden es una oportunidad para experimentar la fraternidad y la caridad, y que "nunca debe ser un simple friso para exhibir", lo cual es una creencia subrayada también por monseñor Tommaso Caputo, arzobispo de Pompeya, consejero de la Orden del Santo Sepulcro. El prelado subrayó la importancia de las figuras responsables del acompañamiento en el continuo redescubrimiento de las raíces de la fe cristiana. 

Y, finalmente, recordó la experiencia de Bartolo Longo, fundador del Santuario de Pompeya y primer caballero laico de la Orden en ser beatificado: "Siempre sintió la necesidad de dejarse guiar en las 'cosas de Dios' por un sacerdote, desde el camino de conversión hasta los últimos días de la vida".+