Sábado 23 de noviembre de 2024

Obispos del Brasil: '¡La trata de personas existe!, ¡enfrentarla es nuestra misión!'

  • 24 de junio, 2024
  • Brasilia (Brasil) (AICA)
Las Comisión contra la trata de personas del episcopado brasileño finalizó una semana de misión en la diócesis de Roraima, que incluyó visitas a Guyana y Venezuela.
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La Comisión Especial de Lucha contra la Trata de Personas de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), en colaboración con organizaciones religiosas y civiles, culminó su misión en la diócesis de Roraima, con el propósito de comprender el contexto actual relacionado con la trata de personas en ese estado brasileño, fortaleciendo las acciones impulsadas por la Iglesia Católica durante la Semana del Migrante.

Además de la Comisión, otras instituciones y organizaciones religiosas y civiles se sumaron a esa misión, entre ellas: Rede Um Grito Pela Vida (CRB), Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), Asociación Brasileña para la Defensa de la Mujer en la Infancia y la Juventud (ASBRAD), Rede CLAMOR Brasil, REPAM Brasil, Servicio Pastoral do Migrante (SPM), SEFRAS/Ação Social Franciscana, Cáritas, Universidad Federal de Roraima (UFRR) y Rede Um Grito pela Vida de la Conferencia de Religiosos de Brasil (CRB). 

Un problema global
"Vinimos aquí, como Iglesia del Brasil, y vimos la necesidad de dar a conocer mejor la cuestión de la trata de personas dentro de la propia Iglesia", manifestó el obispo de Tubarão (SC) y presidente de la comisión, monseñor Adilson Pedro Busin., quien desafió a la presidencia de la CNBB y del CELAM a aceptar que la trata de personas "es un problema global que debe ser tratado globalmente". Un problema que abarca a toda América y que hay que abordar según esta dimensión, pidiendo que "el CELAM, junto con las conferencias episcopales de cada país, aborde de manera más incisiva y más comprometida este tema de la trata de personas, incluyendo acciones con los obispos".

El presidente de la comisión insiste en que "es un tema candente, que cruza nuestras fronteras", pero que también, en sus diversas vertientes, "es un tema presente dentro de cada país, en la explotación sexual, la explotación de mujeres y niños, el trabajo análogo a la esclavitud: esto es en nuestros países". Ante esta realidad, el obispo subraya que "esta cuestión debe ser tratada más extensamente". Como comisión, dijo que "el desafío sigue siendo ir a otra realidad, a otros estados de Brasil, mover, pinchar y provocar a la prensa local, a las autoridades locales, en relación con este tema".

Para la diócesis de Roraima, "hay mayores desafíos, porque somos más conscientes de toda la realidad de la trata de personas, de la explotación sexual, que está ligada a muchos otros tráficos, de armas, de mercurio para la minería ilegal", dijo el obispo local, monseñor Evaristo Spengler. Por otro lado, es necesario crear "una mayor conciencia, y esto conduce a una mayor organización como Iglesia y como sociedad para el trabajo en red", subraya el obispo.

Después de una semana de misión en la diócesis de Roraima, que incluyó visitas a Guyana y Venezuela, monseñor Busin señaló que "llegó el momento de implementar caminos que ayuden a calentar la resistencia, a dar pasos para que la Iglesia y la sociedad asuman en serio la lucha contra la trata de personas, a decir alto y fuerte: '¡La trata de personas existe!, ¡enfrentarlo es nuestra misión!'"

Frente a la realidad de Roraima, con un auge migratorio y tantas "fronteras porosas", la visita de la Comisión quiere "que esta cuestión de la trata de personas se muestre, se haga visible, se sienta, llegue a los corazones y a las mentes de las personas en el mundo" de la política y de la sociedad, con políticas públicas que enfrenten la trata de personas", destacó el prelado brasileño.

Para lograrlo, es necesario tener datos objetivos, ampliar la escucha, darle a las personas, a los migrantes, que confían en la Iglesia católica, la oportunidad de hablar, caminar sin prisas, una mayor interacción con los migrantes, que favorezca la acogida. Una misión que ayudará a elaborar informes que ayuden a la labor pastoral y de incidencia política de la Iglesia, en una sociedad que no siempre mira como debería a las víctimas de la trata de personas.

Contexto de la trata de personas en Roraima
La trata de personas es la tercera actividad ilegal más rentable del mundo. Según un informe emitido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estima que más de 50 millones de personas en el mundo son víctimas de la esclavitud contemporánea. Es un delito perverso, dinámico y silencioso, que atrae a personas en situaciones de extrema vulnerabilidad social.

En Brasil, la lucha contra este delito ha ganado protagonismo en las noticias sobre el tipo de trabajo análogo a la esclavitud. Sin embargo, es importante destacar que, entre las diversas modalidades existentes, necesita una atención especial y urgente la trata de migrantes, que afecta a hombres y mujeres que abandonan sus países de origen en busca de refugio y mejores condiciones de vida, y son atraídos por las redes de trata.

Diversas organizaciones denuncian que en el estado de Roraima existe un aumento en la trata de mujeres y adolescentes con fines de explotación sexual; trabajo esclavo para la minería ilegal, con víctimas indígenas; y la explotación de los migrantes, especialmente venezolanos, que cruzan la frontera en busca de refugio.

Debido a la ubicación geográfica del estado de Roraima, que tiene fronteras con Venezuela y Guyana, existe un gran movimiento migratorio de diferentes nacionalidades. Especialistas en migración internacional de la Universidad Federal de Roraima (UFRR) señalan que, en los últimos años, los altos índices de tráfico ilícito y trata de migrantes en el estado han generado preocupación por los impactos negativos causados en la vida de mujeres, hombres, jóvenes y niños en la frontera.+