Jueves 28 de marzo de 2024

Bodas de oro del Movimiento Cursillos de Cristiandad marplatense

  • 13 de agosto, 2021
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
El asesor eclesiástico presidió la misa de acción de gracias en la catedral de Mar del Plata, en la que participaron cursillistas que pasaron por el movimiento en estos 50 años en la diócesis.
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El presbítero Ariel Sueiro, asesor del Movimiento Cursillos de Cristiandad, celebró la misa de acción de gracias por los 50 años del Movimiento Cursillo de Cristiandad. 

En la homilía, el sacerdote comenzó mencionando la parábola del Hijo Pródigo: “Podríamos decir que, a la luz de ese texto, hoy también hacemos fiesta y nos alegramos, porque en estos 50 años de los Cursillos de Cristiandad aquí en nuestra diócesis de Mar del Plata, ¿cuántos muertos han vuelta a la vida? ¿Cuántos perdidos han sido encontrados?”

“Por 50 años los Cursillos han ido transformando vidas –nuestras vidas– y, por tanto, hoy elevamos nuestras voces a Dios, llenos de gratitud por la gracia que nos ha encontrado gritando: ¡Cristo y yo, mayoría aplastante! ¡En 50 años, se han realizado 75 Cursillos de hombres, 73 cursillos de mujeres, 12 cursillos de 4° día y 54 Jornadas de Metodología!”, exclamó el sacerdote.

Continuó con una cita del papa emérito Benedicto XVI en Deus Caritas Est: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”. Con relación a esto, agregó: “Esto fue la gracia de los Cursillos de Cristiandad; ese encuentro con Cristo, Camino, Vida y Verdad”.

“Los últimos papas, Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, han hablado de la urgencia de una Nueva Evangelización, ‘nueva’ no tanto en su contenido, pues Cristo es el mismo ayer, hoy, y para siempre, sino ‘nueva’ en sus métodos, en su ardor. Esta Nueva Evangelización está dirigida no a los que todavía no han oído de Jesucristo, sino a los que, a pesar de ser bautizados, no experimentan en sus vidas la novedad del Evangelio”, alegó.

En este sentido, resaltó que “el movimiento de los Cursillos de Cristiandad ha sido el precursor de esta Nueva Evangelización”. Y destacó el pensamiento de su fundador Eduardo Bonnín que ya en los años ’40, junto a monseñor Hervás, se dio cuenta de que: “No resistiría a los embates del tiempo una fe católica reducida a un elenco de algunas normas y prohibiciones, a prácticas de devoción fragmentadas, a adhesiones selectivas y parciales de las verdades de la fe, a una participación ocasional en algunos sacramentos, a la repetición de principios doctrinales, a moralismos blandos o crispados que no convierten la vida de los bautizados”. 

En tanto, manifestó: “Si los Cursillos han dado frutos, los han dado porque el movimiento reconoció que esto no depende tanto de grandes programas y estructuras sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen la novedad del evangelio como discípulos de Jesucristo y misioneros de su Reino”.

“Al cumplir los 50 años, es justo que nos regocijemos. Los aniversarios nos dan la oportunidad de mirar al pasado con gratitud. Pero, al mismo tiempo, el celebrar estos aniversarios debe capacitarnos para abrazar los retos del presente con renovado entusiasmo y mirar hacia el futuro con más confianza”, exhortó.

“El papa Francisco les decía a los cursillistas en la Ultreya de Roma en 2015 que ‘el método de evangelización de Cursillos nació precisamente de ese ardiente deseo de amistad con Dios, de la cual brota la amistad con los hermanos’. Desde el comienzo se comprendió que solamente dentro de relaciones de amistad auténtica es posible preparar y acompañar a las personas en su camino”, remarcó.

Para terminar, reflexionó: “Ser cristiano no es una carga sino un don. Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona, haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestras palabras y obras es nuestro gozo”.+