Aguardan a miles de fieles en el templo de Sumalao
- 4 de junio, 2014
- La Merced (Salta)
El próximo domingo 8 de junio, en coincidencia con el séptimo domingo de Pascua, tendrá lugar en la localidad salteña de La Merced la fiesta chica en honor del Cristo de Sumalao, una de las manifestaciones piadosas más antiguas del Valle de Lerma. Las misas del día serán a las 9, a las 11 y a las 17, y contarán con la presencia del arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello.
En la medianoche del domingo habrá una celebración eucarística que dará inicio a los honores a Jesús. Luego de la misa inicial, los oficios religiosos se repetirán cada dos horas hasta las 11, cuando se celebre la misa central de la jornada. Luego de la Eucaristía, el arzobispo Cargnello encabezará una procesión por los alrededores del santuario, con la imagen del Señor de Sumalao. Por la tarde, en tanto, habrá una misa de acción de gracias a Dios.
La devoción al Señor de Sumalao se remonta a los años de las primeras poblaciones establecidas en la región del Valle de Lerma. Según los escritos de Julián Toscano en su obra El primitivo obispado de Tucumán y la Iglesia de Salta, el séptimo domingo después de Pascua era la ocasión elegida para celebrar "las ferias de Sumalao", en las que se reunían gran cantidad de comerciantes.
En aquellas ferias, siglos atrás, el cuadro al óleo de Jesús, conducido a mula, decidió permanecer en el paraje de Sumalao. El escritor relata: "La mula conductora del óleo se quedó bajo un corpulento algarrobo sin que fuera notada por nadie; los arrieros siguieron adelante hasta cinco o seis leguas, en que recién la echaron de menos. Vuelto uno de los hombres sobre el camino andado, fue encontrada (la mula) en el sitio referido".
Según el religioso, el extravío de la mula se repitió tres veces, notándose su desaparición de lugares más o menos distantes del primero y siendo encontrada, todas las veces, en el mismo paraje de Sumalao, debajo del árbol antedicho con la particularidad de que la última vez estaba echada al pie del algarrobo. "No hubo medio humano de hacerla mover de allí hasta que, descargado el cuadro en el mismo paraje, la mula abandonó el local", concluyó Toscano.
El historiador Fernando Figueroa contó: "Este insólito acontecimiento dio origen a la devoción de los primitivos habitantes del lugar, indígenas en su mayoría, hasta que, posteriormente, se erigió en ese sitio el primer santuario cuya antigüedad se remonta al siglo XVIII, según consta en un documento del año 1773".+