Convocados por monseñor Scozzina, participaron miembros de la vida consagrada, sacerdotes, diáconos, referentes de pastorales, movimientos diocesanos y directivos de instituciones educativas.
En el Congreso Internacional sobre la Formación permanente de los sacerdotes, el Papa sostuvo que "ser discípulo del Señor no es un disfraz religioso, sino que es una forma de vida"
"Necesitamos formación permanente y conversión -enfatizó el purpurado-, para convertirnos en agentes de comunión creíbles y eficaces entre personas de culturas diversas".
Sus miembros compartieron -junto a su obispo, Mons. Barbaro- momentos de fraternidad, oración y formación en la localidad correntina de Paso de la Patria, durante algunos días de septiembre y octubre.