Con misa, procesión y la presencia de fieles, autoridades y peregrinos, la comunidad catamarqueña honró la figura del franciscano en una jornada marcada por la fe y la oración por las vocaciones.
"Te suplico, Madre, que este Año Jubilar sea un verdadero tiempo de gracia y renovación espiritual, de manera que todos nos sepamos peregrinos de la esperanza", expresó el obispo Luis Urbanc.
Se iniciará este sábado con la "bajada" de la imagen de la Virgen desde el camarín hasta el presbiterio. La novedad es que la procesión solemne se concretará desde La Alameda hasta el Paseo de la Fe.
"Es el misterio que llena nuestra existencia porque nos configura con Cristo", manifestó el obispo de Catamarca a los sacerdotes durante la misa Crismal.