El libro fue escrito por un fraile oriundo de Catamarca que confesó que "fue una promesa a fray Mamerto Esquiú" y comentó que pudo recopilar fuentes valiosas del beato registradas en la provincia.
Con una reunión entre distintos agentes pastorales, comenzó la etapa sinodal diocesana en Catamarca. Contó con la presencia del obispo local, monseñor Luis Urbanc.
El prelado catamarqueño, junto a personal penitenciario y el capellán, recorrió las instalaciones y observó los avances en los trabajos de construcción de la capilla levantada en el predio carcelario.
El obispo de Catamarca explicó el significado del caminar juntos que el Papa quiere imprimirle al Sínodo de la Sinodalidad, al abrir la fase diocesana de este proceso en la catedral basílica.