El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, llamó a los fieles a "una conversión pastoral y de estructuras para salir al encuentro de tantos hermanos y hermanas" porque "la Iglesia es un signo de la casa paterna". Lo hizo durante la homilía de la misa del IV domingo de Cuaresma en la catedral Nuestra Señora del Rosario, de Goya.
"La conversión de la que nos habla el Señor, implica todas las dimensiones de nuestra vida. El tiempo de Cuaresma debe servirnos a todos, para revisar nuestras acciones y comprometernos a mejorar nuestros ambientes, especialmente los de la vida social y política tantas veces manchada por mezquindades, egoísmo y corrupción", expresó el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez.
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, compartió sus reflexiones semanales en el periódico "La Voz de San Justo" con el título "Reconciliación". Al respecto, afirmó: "La reconciliación es obra de Dios que, por amor, se hace cargo de restablecer el vínculo roto. Y lo hace abrazando nuestra humanidad herida, identificándose con todo ser humano sufriente o vulnerado en su dignidad".
El obispo de San Nicolás, monseñor Hugo Santiago, reflexionó una vez más sobre el Evangelio. En esta oportunidad, con el título "Dios tiene sensibilidad", se refirió a la parábola de la oveja perdida y aseguró: "Dios se interesa por cada uno de nosotros y es como un padre que no quiere que ninguno se pierda, se frustre, tome un camino errado que lo llevará al infierno de la nada y la soledad".