Francisco dedicó la audiencia general de hoy en la Plaza de San Pedro enteramente al apóstol jesuita de China, que sobresalió por su sentido de la amistad y su coherencia.
En la audiencia general, el santo Padre reflexionó sobre la figura del santo coreano Andrés Kim Tae-gon: "En un entorno difícil, la pasión por la evangelización es aún más valiosa", subrayó.
Francisco dedicó su catequesis al "más grande misionero de los tiempos modernos": "Dondequiera que estaba, cuidaba mucho de los enfermos, los pobres y los niños".
Durante su audiencia general, el pontífice repasó su visita de tres días a Budapest y rindió homenaje al pueblo húngaro, por su arraigo en la fe y su papel como "constructor de puentes de paz"