A los pies del monumento a los héroes de la Independencia, el obispo prelado, Mons. Félix Paredes Cruz, presidió la misa central con la que se culminaron las fiestas patronales.
El arzobispo presidió la fiesta de la Virgen de la Candelaria, a la que consideró una oportunidad para "proclamar con alegría que Dios cumple sus promesas, que Dios no se hace ganar en generosidad".
Mañana, viernes 2 de febrero, miles de fieles y devotos celebrarán en varios lugares del mundo, principalmente de Latinoamérica, la fiesta de esa popular advocación mariana.
Durante un año la imagen de la Virgen peregrinará por los ríos para enfatizar el Sacramento del Bautismo y exaltar la importancia de los afluentes como fuente de vida.