"La presencia de María de Luján es un llamado a que tengamos la capacidad de desarrollar la blandura, la ternura, la recepción de los unos con los otros", dijo el arzobispo de Mercedes-Luján.
El arzobispo presidió la Eucaristía en la basílica de Luján, donde recibieron el diaconado Agustín Báez, Nicolás Monti y Agustín Denezio.
Mons. Scheinig anima a acercarse el martes a la basílica, para pedir por el fin de "esta situación de violencia, de muerte", de "este negocio lleno de complicidades que se lleva la vida de inocentes".
Fue bajo el lema "Señor, enséñanos a rezar". El arzobispo de Mercedes-Luján contó que los retirandos "tomaron distintos aspectos de la oración y la vida".