El decreto del Dicasterio para el Clero, aprobado por el Papa, introduce normas más claras para garantizar la transparencia, la equidad, la rectitud y el respeto de la voluntad de los fieles.
Se trata de Alejandro Gwerder. La decisión la adoptó el Dicasterio para el Clero, tras un proceso por delitos contra la obediencia, la comunión y las obligaciones inherentes al ministerio sacerdotal.
"Somos conscientes de los numerosos signos de fragilidad", señala el Card. You Heung Sik y alude a la falta de educación sobre los sentimientos y la afectividad o el analfabetismo emocional.
Al reunirse con los participantes en la Asamblea Plenaria del Dicasterio para el Clero, Francisco destacó la formación, la vocación y la importancia del diaconado permanente.