En la audiencia general, el pontífice hizo un balance de su viaje apostólico a Marsella. "El mar es una cuna de civilización para la vida, no es tolerable que se convierta en una tumba", expresó.
El Papa recordó a las víctimas que murieron en busca de un futuro mejor y pidió "no acostumbrarnos a considerar los naufragios como noticias y a los muertos como cifras".
Tras otra tragedia migratoria en el Mediterráneo, el pontífice tuitea su dolor y anima a compadecerse ante las continuas muertes de migrantes durante las peligrosas travesías marítimas.
"El momento actual es dramático" señaló el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, cardenal Gualtiero Bassetti.