El Supremo Tribunal Federal decidió permitir que crucifijos e imágenes de santos permanezcan en los edificios públicos. Ocho de los once magistrados rechazaron una moción para su eliminación.
La norma busca crear "un entorno administrativo neutral", aunque admite que "cada Estado miembro tiene un margen de discrecionalidad en el diseño de la neutralidad que desea promover".
El encargado de negocios de la Misión Permanente de la Santa Sede, monseñor David Putzer, repudió ese hecho -citando al Papa Francisco, durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE permite a los empresarios pedir que no concurran a los lugares de empleo con signos religiosos ostensibles, para preservar una imagen de "neutralidad".