Con un triduo y una misa central presidida por el obispo diocesano, Mons. Adolfo Canecín, el movimiento celebró su tarea evangelizadora con los matrimonios y las familias.
Presente hoy en los cinco continentes, el movimiento nacido en Mallorca hace 75 años se propone la evangelización de los ambientes y darle un dinamismo más vivencial y testimonial a la fe.
El obispo de Goya resaltó la importancia de escuchar "constantemente la voz de Dios en un mundo lleno de distracciones", al recordar el VIII aniversario de la canonización de Brochero.
El obispo de Goya hizo hincapié en la experiencia filial ,de la que brota la fraternidad, y enfatizó: "Nosotros, que somos imágenes de la Trinidad, no podemos caminar divididos".