Iluminado por la Palabra de Dios, el papa Francisco en su nueva encíclica Vratelli Tutti (FT) nos invita a acoger con esperanza y compromiso el desafío de la fraternidad y la amistad social.
Para que nuestra existencia tenga el sabor del Evangelio nos dice: Miremos el modelo del buen samarítano. Es un texto que nos invita a que resurja nuestra vocación de ciudadanos del propio país y del mundo entero, constructores de un nuevo vínculo social (FT 66).
Esa parábola nos revela una característica esencial del ser humano, tantas veces olvidada: hemos sido hechos para la plenitud que sólo se alcanza en el amor (FT 68).
La inclusión o la exclusión de la persona que sufre al costado del camino, define todos los proyectos económicos, políticos, sociales y religiosos (FT 69).
Por esto la fe de la Iglesia, con el humanismo que su misma fe encierra, debe mantener vivo el sentido social de la existencia, la dimensión fraterna de la espiritualidad, la convicción sobre la inalienable dignidad de cada persona y las motivaciones para amar y acoger a todos (FT 86).
En esta campaña solidaria de Caritas Arquidiocesana cada gesto generoso, aunque sea pequeño, puede testimoniar nuestro amor como una encarnación de la esperanza.
Cuando la misericordia ilumina nuestros ojos, la visita del Señor en esta Navidad, se hará experiencia de su ternura. Su presencia dispone al anuncio y resucita la alegría, ante tanta tristeza, desencanto y ansiedad.
Que nuestras casas reúnan y cobijen la familia, que nuestras comunidades agranden su espíritu solidario, y que nuestros corazones, alegres en la esperanza, iluminen esta ciudad en la que habita Dios.
Solo el amor nos hace fecundos para los demás.
Mons. Ramón Alfredo Dus, arzobispo de Resistencia, Chaco