"Que en Pentecostés la intención de todos sea volver a descubrirnos hermanos, pedirle al Señor el don de la paz, pedirle al Señor el don de la alegría", expresó el arzobispo de Buenos Aires.
En su reflexión por la solemnidad de Pentecostés, el obispo emérito de San Isidro aseguró que "el Espíritu Santo es armonía y nos da un profundo equilibrio interior".
El obispo de San Francisco invita a vivir Pentecostés como una realidad viva y transformadora, recordando que en medio de los tiempos cambiantes, el corazón de la fe cristiana sigue siendo el mismo.
El arzobispo de Córdoba invitó a los fieles a dejarse transformar por el Espíritu Santo y a vivir con pasión, compromiso y docilidad: "El fuego del Resucitado debe arder en cada corazón".