Así lo dispuso León XIV con un quirófano, firmado el 1 de noviembre, leído en el Auditorio Juan Pablo II de esa Casa de Estudios, por el rector y delegado pontificio, prof. Vincenzo Buonomo.
El Papa presidió la misa en la Basílica de San Pedro, en sufragio por el papa argentino y los cardenales y obispos que fallecieron durante este año.
"La muerte no es un final, sino un paso hacia la vida eterna en el amor de Dios", afirmó León XIV en la celebración de todos los fieles difuntos en el cementerio del Verano.
En el día dedicado a la conmemoración de los Fieles Difuntos, el Papa recordó que con Dios está siempre viva la esperanza de que "nadie se pierda", y señaló que la voz de Jesús "viene del futuro".