Religioso de la Orden de Santo Domingo, llegó a ser un gran predicador en Andalucía y en Italia. Consejero de la Reina Madre Catalina de Castilla, tuvo a su cargo la educación del joven rey Juan II. Más tarde se retiró de la corte y fundó el convento de Escalaceli, donde se siguió la primitiva regla de Santo Domingo. Pronto el convento se convirtió en una fuente de ciencia y piedad, que atraía candidatos de toda España. Álvaro formó un movimiento de oposición al antipapa Pedro de Luna (Benedicto XIII), movió al pueblo y sobre todo a la nobleza a reconocer al papa legítimo, Martín V. Murió en 1430.