Nació en Escocia el año 385. A los 16 años fue secuestrado por unos piratas, llevado a Irlanda y vendido como esclavo a un sacerdote druida, con quien aprendió a hablar el celta. Tras varios años consiguió escapar. Peregrinó a Roma, donde fue ordenado sacerdote. El Papa Celestino le confió la misión de evangelizar Irlanda, consagrándolo obispo y otorgándole poderes de Legado apostólico. Volvió a Irlanda, donde luego de grandes trabajos y peligros, sembró la isla de monasterios y logró la conversión de la que pronto fue llamada "isla de los santos", cuando todo el norte de Europa aún permanecía pagano. San Patricio murió el año 461. Es el Patrono de Irlanda.