Viernes 3 de enero de 2025

Tierra Santa: 'Necesitamos un jubileo' que nos renueve la esperanza, pidió el patriarca

  • 30 de diciembre, 2024
  • Jerusalén (Tierra Santa) (AICA)
El cardenal Pierbattista Pizzaballa, presidió en la basílica de la Anunciación en Nazaret, la fiesta de la Sagrada Familia y la apertura del Año Santo en Tierra Santa.
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"En esta terrible guerra, no sólo hay muchos prisioneros, de todos los bandos, que necesitan volver a ver la luz de la libertad. Ampliando nuestra mirada a todos nosotros, creo que de una manera u otra, todos somos prisioneros de esta guerra y de sus consecuencias. El odio, el resentimiento y el miedo nos mantienen estancados en las relaciones, en la confianza mutua", expresó el patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, en la celebración de la fiesta de la Sagrada Familia y apertura del Año Santo en Tierra Santa. 

"Estamos encerrados, aprisionados en nuestros miedos -añadió el patriarca en la homilía de la misa celebrada el domingo 29 de diciembre en la Basílica de la Anunciación en Nazaret- que no nos permiten tener coraje, tener una mirada de confianza y por tanto también de esperanza hacia los demás, hacia el futuro, hacia Dios, como Aquel que es capaz de traer vida incluso donde todo parece muerto y terminado.

"Refiriéndose al tema del Jubileo: "peregrinos de la esperanza", el patriarca latino admitió que "es muy difícil hablar de esperanza, creer que hay esperanza, cuando todo a nuestro alrededor habla de guerra, de violencia, de pobreza y de dureza de vida", pero al mismo tiempo, subrayó que "la esperanza necesita fe. La fe en Dios significa también tener una mirada confiada hacia los demás, de modo que para el creyente la mirada hacia los demás permanece abierta a la confianza, a pesar de las inevitables dificultades presentes en toda relación humana". 


La esperanza, pues, "también necesita paciencia, como enseña san Pablo. La paciencia sin esperanza no es más que una dura resignación ante un destino contra el que es inútil luchar. La esperanza sin paciencia es engaño, porque nos engaña haciéndonos conseguir lo que queremos sin el esfuerzo de vivir. La esperanza, por tanto, exige también saber esperar". 

"Queremos la paz ahora, ahora. Queremos que el dolor termine ahora. Queremos la solución a nuestros problemas ahora y no nos resignamos a la idea de que debemos esperar, con paciencia, pero sin resignarnos. La esperanza -reiteró Pizzaballa- exige también saber confiar el fruto del propio trabajo a los demás, con tiempo y paciencia". 

De ahí surge la necesidad del Jubileo: "que Dios cancele nuestras deudas, que quite de nuestros hombros y de nuestro corazón el peso insoportable de nuestros pecados, de nuestros miedos, que devuelva la luz a nuestros ojos, para ver el cumplimiento de Su Reino, que no es de este mundo, pero que da sentido a nuestro estar en el mundo. Necesitamos realmente esta renovación espiritual que devuelva a nuestros hogares y comunidades la confianza en la obra de Dios y con ella la esperanza activa de poder algún día obtener la paz que todos anhelamos".

"Que la Santísima Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, nos acompañe y proteja en este camino, nunca sencillo, pero siempre maravilloso", concluyó.+