Lunes 21 de octubre de 2024

#Sinodo2024: el Documento Final 'no será el fin de algo, sino un nuevo comienzo'

  • 21 de octubre, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En la última semana de la Asamblea Sinodal, dedicada a considerar el texto conclusivo, fray Timothy Radcliffe y el Card. Mario Grech pidieron a los participantes inspirarse en el Espíritu Santo.
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El director de la Oficina de Comunicación y Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), presbítero Máximo Jurcinovic, dio detalles acerca del inicio de la última semana de la asamblea sinodal, durante la que el religioso fray Timothy Radcliffe OP y el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, animaron a los participantes a dejarse inspirar por Dios en los trabajos tendientes a considerar el Documento Final.

En efecto, tanto en la misa votiva del Espíritu Santo como en la meditación en el Aula Pablo VI, el cardenal y el sacerdote dominico, quien asiste espiritualmente a la Asamblea, invitaron a vivir esta última semana con un profundo apego al Espíritu Santo y transmitiendo con profunda libertad el aporte de cada uno al documento final de esta segunda Asamblea Sinodal.

En la homilía de la misa con la cual comenzó la mañana, el cardenal Grech realizó esta invitación a los padres y madres sinodales: "Al cerrar los trabajos de nuestra Asamblea y al mirar hacia el camino que tenemos por delante, debemos evitar la avaricia, el deseo de guardar todo para nosotros, de poseer, de acumular, de definir, de cerrar. Debemos vencer la tentación de creer que los frutos que hemos recogido son obra nuestra y nuestra propiedad: debemos recibirlo todo como un don de Dios"

El secretario general del Sínodo recordó así, en la basílica de San Pedro, la advertencia inicial que el Papa Francisco dio al comenzar el camino sinodal: "El Sínodo no es una encuesta de opiniones; el Sínodo es un momento eclesial, y el protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo. Si no está el Espíritu, no habrá Sínodo". 

Tomando la Palabra de Dios leída en esa misma misa, el purpurado propuso justamente, durante el trabajo de esta última semana, escuchar al Espíritu Santo, dejarse llevar por Él. Alertó además sobre el riesgo de caer en la tentación de una escucha autorreferencial, que impida un verdadero dialogo inspirado por el Espíritu Santo. 

"Si escuchamos la voz del Espíritu, la conclusión de esta asamblea sinodal no será el fin de algo, sino un nuevo comienzo", sostuvo al respecto.


En la segunda parte de la mañana, y con la presencia del Papa Francisco, fray Radcliffe buscó motivar, con su palabra y guía espiritual, el rumbo de esta trascendental semana del camino Sinodal.

Así, el religioso dominico convocó a la asamblea a comenzar la semana sabiendo que se tiene una profunda responsabilidad y exhortó a sus miembros a que actúen, ante todo, con libertad: "Estamos a punto de embarcarnos en nuestra última tarea, considerar el documento final, enmendarlo y votarlo. Hoy nos preparamos para ejercer esta pesada responsabilidad. ¿Cómo lo haremos? Con libertad. San Pablo escribió a los Gálatas: 'Para la libertad nos ha liberado Cristo'. (5.1). Nuestra misión es predicar y encarnar esa libertad. La libertad es la doble hélice del ADN cristiano. En primer lugar, la libertad de decir lo que creemos y de escuchar sin miedo lo que dicen los demás, en el respeto mutuo"

En ese sentido, Radcliffe recordó que es fundamental atreverse a participar en los debates con las propias convicciones. "Si la Asamblea no lo hace, puede correr el riesgo de no permitir que la fe y el pensamiento maduren", planteó. 

Según sus palabras, "sólo enfrentando los desafíos y dialogando desde las propias creencias, podremos crecer en la comprensión y responsabilidad como comunidad. La madurez no se alcanza a través de la evasión, sino por medio del compromiso sincero y valiente con las convicciones más profundas".

Al inicio de la última semana de la Asamblea Sinodal, tanto el cardenal Grech como el dominico ofrecieron mensajes clave para guiar los debates finales sobre el Documento que se presentará al Papa Francisco. 

El padre Jurcinovic consideró, por su parte, que se trata de "una Iglesia que, con escucha y discernimiento, camina unida y necesita entrar en el diálogo con convicciones propias. En este espíritu y en esta escucha, deberá madurarse el documento final, que, como se 'respira' en la Sala Sinodal, no será el final, sino el comienzo de un camino para concretar la fecundidad del Sínodo en la vida de la Iglesia".+