Viernes 22 de noviembre de 2024

Sequía en España: Los obispos rezan pidiendo por las lluvias

  • 4 de octubre, 2022
  • Madrid (España) (AICA)
Desde las diócesis españolas se llamó a la petición de la lluvia, ya que el agua es un bien "necesario y esencial para la vida y el desarrollo humano"
Doná a AICA.org

Ante la grave sequía que asola España, son muchos los obispos que a lo largo de estos meses han pedido a sus fieles que eleven "oraciones a Dios para pedir la lluvia en nuestros días". Y es que la Iglesia no es nunca ajena a las preocupaciones de la sociedad, y tras un invierno especialmente seco y unos meses de primavera y verano más cálidos de lo normal, España cerró el segundo año hidrológico más seco desde que hay registros en España.

Los obispos aseguran que "no basta con que llueva un poco, sino que es necesario que llueva mucho y que las reservas de agua vuelvan a rellenarse, sin que ello provoque inundaciones y otras catástrofes", según informó el portal Ecclesia.

Así, en este mes de septiembre, el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, pidió hacerlo "en la Santa Misa, en las preces de los fieles, en el Santo Rosario y en la Liturgia de las Horas", rogando por "la lluvia necesaria para poder sobrevivir".

"Dios sabrá cuándo y cómo nos la enviará, pero nosotros no dejemos de pedirla. Hagamos que una necesidad grave, como es ésta, se convierta en ocasión de renovar nuestra fe en el Dios que nos cuida todos los días", destacó.

Así lo hicieron también los obispos de Extremadura, que hablaron de "la necesidad de lluvia abundante, que riegue nuestros campos y haga revivir la vida en la agricultura, en la ganadería, en nuestros embalses y en el consumo humano del agua, pues, donde hay agua hay vida".

Además, se dirigieron a las administraciones para no “abandonar los bosques a su suerte”. “Es de vital importancia que todos miramos a la naturaleza no sólo como una fuente de utilidad y rendimiento económico. Hay que respetarla y valorarla, en su armonía y equilibrio, como un regalo que recibimos y un legado que hay que esforzarse por transmitir a las generaciones futuras. Es necesario un cambio de mentalidad y de hábitos sociales, sensibilizando y movilizando a toda la sociedad”.

Y es que la Iglesia nunca es ajena a los problemas, las esperanzas y las angustias de los hombres. “Todas ellas lo son también de la comunidad cristiana, la cual sale al paso de las necesidades humanas, en primer lugar, con la oración. Una oración llena de confianza en Dios, creador del cielo y de la tierra y Padre misericordioso, cuyo amparo no falta a quienes se confían a su providencia. Esta es la confianza que mueve al creyente, la misma que Cristo vive y transmite en su enseñanza acerca de la oración”, expresó en una misiva el obispo de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes.

El prelado agregó: "el agua, un bien tan necesario y esencial para la vida y el desarrollo humano, viene siendo, por otra parte, tan escasa e insuficiente en nuestra región, que nos ha creado una profunda preocupación ante el futuro de nuestros cultivos y el abastecimiento para uso humano".

Precisamente este verano, en la festividad de San Lorenzo, el arzobispo de Valladolid, monseñor Luis Argüello, enviaba una carta a todos los feligreses de la archidiócesis para pedir “el don de la lluvia y de la paz” y trabajar “por el bien común”.

“Vivimos una larga sequía en un verano de calor y guerra. La escasez del agua es ya dramática y las consecuencias de la guerra, en medio de la gran lucha global, nos hacen avizorar dificultades económicas quizás inéditas para las generaciones más jóvenes”.

Monseñor Argüello subrayó que “el Señor también pasa y se hace especialmente presente en los que sufren en su propio cuerpo estos problemas; desde ahí nos llama a la conversión que se manifiesta en la oración, el ayuno y la limosna”.

El arzobispo de Valladolid advirtió además que las crisis generan desigualdades en sus consecuencias y “exigen combatir sus causas, en la medida que dependan de la voluntad humana”. Por eso, Luis Argüello invitó a los feligreses a la “limosna del compartir con los que menos tienen y al compromiso público en favor del bien común en los ambientes e instituciones económicas o políticas de las que formamos parte”.+