Sábado 19 de abril de 2025

San Justo, de júbilo con dos nuevos sacerdotes

  • 18 de octubre, 2013
  • San Justo (Buenos Aires) (AICA)
La diócesis de San Justo celebró la ordenación sacerdotal de los diáconos Leonardo Antonio Pereira y Ramón Andrés Silva, ordenados por el obispo diocesano, monseñor Carlos Baldomero Martini, que los animó a sostener la vida sacerdotal con la oración y la fidelidad al Señor. Les advirtió de no hacer del ministerio "un modo para alcanzar seguridad en la vida", y los animó a comprender su misión con la valentía de decir "sí" a la voluntad del Padre.
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La diócesis de San Justo celebró la ordenación sacerdotal de los diáconos Leonardo Antonio Pereira y Ramón Andrés Silva, ordenados por el obispo diocesano, monseñor Carlos Baldomero Martini, en una celebración eucarística el pasado sábado 12 de octubre en la catedral de los santos Justo y Pastor.

Más de 30 sacerdotes diocesanos y cientos de fieles se acercaron al templo mayor para acompañar a los neosacerdotes en esta celebración, en la que monseñor Martini los llamó "primaveras de la fe", destinados a "rejuvenecer" la comunidad eclesial y el camino evangelizador de la diócesis.

El obispo diocesano los llamó a apoyar su vida sacerdotal en la oración, en la que podrán "redescubrir el rostro siempre nuevo del Señor" y el contenido de su misión. "El Padre los predestinó a reproducir la Imagen de su Hijo", resumió. A los feligreses, por su parte, los instó a ser también discípulos misioneros.

"Solamente quien tiene una relación íntima con el Señor es aferrado por Él, puede llevarlo a los demás, puede ser enviado. Se trata de un permanecer con Él, que debe acompañar siempre el ejercicio del ministerio sacerdotal; debe ser su centro, su fuente", les explicó, añadiendo: "Donde estemos, en cualquier tarea que hagamos, debemos permanecer siempre con Él".

Monseñor Martini también les recordó que el sacerdocio "jamás puede representar un modo para alcanzar la seguridad en la vida o para conquistar una posición social". "El que aspira al sacerdocio para aumentar su prestigio personal y su poder, entiende mal en su raíz el sentido de este maravilloso ministerio. Son pastores, no funcionarios, Son mediadores, no intermediarios", advirtió.

"Quien quiere sobre todo realizar una ambición propia, siempre será esclavo de si mismo y de la opinión pública ?alertó-. La madre Teresa, viviendo la oscuridad de la Cruz, nos dejó su testimonio al explicarnos que Dios no la llamó a ser exitosa, sino fiel, y así irradió al Cristo que le pidió en una locución ?Sé tú mi luz?. Y lo fue, entre los pobres más pobres de Calcuta y en todo el mundo.

"El sacerdocio se funda en la valentía de decir sí, a otra voluntad, con la conciencia de que debe crecer cada día, de que precisamente conformándose a la voluntad de Dios, inmersos en esta Voluntad, no solo no será cancelada nuestra originalidad , sino que, al contrario entraremos cada vez más en la verdad de nuestro ser y de nuestro ministerio. Esto es don y misterio. amor que se entrega hasta el fin; amar sin cansarse del peso del camino y las exigencias de tantos rostros y manos tendidas", añadió.

Finalmente, el obispo dedicó palabras sentidas para los nuevos sacerdotes: "Tengan pasión por la comunión eclesial. No se avergüencen jamás del Evangelio y dejen que el Espíritu de santidad que hoy los hace sacerdotes para siempre sea el Maestro interior, que los empuje a gritar ?¡Ay de mi, si no predicara y viviera el Evangelio!?".

Reseña de los neopresbíteros
Ramón Andrés Silva de 28 años, nació en Buenos Aires el 18 de febrero de 1985, y vivió en Isidro Casanova. Tras su ordenación, fue nombrado vicario parroquial de Nuestra Señora de Fátima, de Lomas del Mirador. Su primera misa, la celebró en la parroquia San Pantaleón. Su lema de consagración es "Jesús instituyó a doce para que estuvieran con El y para enviarlos a predicar".

Leonardo Antonio Pereira, de 27 años, nació en la provincia de San Luis, el 8 de diciembre de 1986, aunque de joven se trasladó con sus padres a la localidad bonaerense de San Antonio de Padua. Su primera misa la celebró en la parroquia Stella Maris, de Villa Luzuriaga. Ahora ejercerá como vicario parroquial de Nuestra Señora del Carmen, de Ramos Mejía. Su lema de consagración es "Dios es mi herencia para siempre y la roca de mi corazón".

Ambos sacerdotes realizaron sus estudios en el seminario Nuestra Señora de la Esperanza, de San Justo, y posteriormente los completaron en el seminario arquidiocesano Santo Cura de Ars, de Mercedes-Luján.+

Texto completo de la homilía