Miércoles 24 de abril de 2024

Sacerdotes y religiosas argentinos en medio de atroces bombardeos

  • 9 de mayo, 2016
  • Alepo (Siria) (AICA)
"Lo vivido el domingo 1º de mayo en Alepo es sencillamente espantoso. La semana anterior ya había sido difícil. Prácticamente todo el tiempo caían diversos tipos de proyectiles en todas partes de la ciudad", dice una correspondencia de la hermana María de Nazaret, religiosa Servidora del Señor y la Virgen de Matará, una congregación argentina de la familia religiosa del Verbo Encarnado, que junto con otros sacerdotes argentinos del mismo Instituto misionan en la castigada Siria.
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"Les escribo algo sobre lo vivido ayer para que les ayude a tener una visión más de conjunto, pues he ido dando datos sueltos, a medida que iba teniendo noticias. Lo vivido el domingo 1º de mayo en Alepo es sencillamente espantoso. Toda la semana anterior ya había sido muy difícil. Prácticamente todo el tiempo caían diversos tipos de proyectiles en todas partes de la ciudad", dice una correspondencia de la hermana María de Nazaret, religiosa Servidora del Señor y la Virgen de Matará, una congregación argentina de la familia religiosa del Verbo Encarnado, que junto con otros sacerdotes argentinos del mismo Instituto misionan en la castigada Siria.

"Cuando decimos proyectiles -explica la hermana-, nos referimos a una gran variedad de explosivos. Dependiendo de su naturaleza y dimensión, son los daños que causan. Los más grandes y potentes son los que tradicionalmente nosotros llamamos misiles (aquí los llaman "saruj"). Hay además otros fabricados con garrafas de gas a las que les introducen hierros, plomos, y otros elementos, de modo que al estallar la garrafa todo eso se dispersa y hiere o mata a las personas. Finalmente hay proyectiles más pequeños (los llamados "cazaif") y también granadas o proyectiles de mortero".

"El 24 de abril -continúa la misiva- había comenzado la semana santa ortodoxa. Las jóvenes que viven en nuestra residencia universitaria son todas ortodoxas de diversos ritos (siriano, armenio, griego, etc.) y ninguna pudo ir a las celebraciones en sus iglesias debido a lo peligroso de la situación de estos días.

"El domingo 1 de mayo ellas celebraban la Pascua, por tanto hicimos un almuerzo muy sencillo en nuestra casa para que pudieran celebrar juntas.

"Nosotros celebrábamos con toda la Iglesia católica el día de San José Obrero y ?al mismo tiempo- comenzaba en el hemisferio norte el Mes de María, a la que la gente en Medio Oriente profesa gran devoción.

"Tuvimos la misa a las 18 como de costumbre. Vino muy poca gente debido a la situación y también a que muchos habían concurrido a misa por la mañana en sus Iglesias con motivo de la Pascua. Antes de finalizar la misa una familia recibió llamados telefónicos de sus vecinos avisando que había caído un proyectil en su casa. Gracias a Dios la familia completa estaba en misa. Cuando hablamos por teléfono con ellos que ya habían constatado los daños de la casa, nos dijeron: hermana, gracias a Dios estábamos en misa, si hubiéramos estado en casa, habríamos muerto todos.

"Inmediatamente comenzamos a recibir noticias de que una lluvia de proyectiles estaba cayendo en toda la ciudad: en los barrios Suleimania, Azizie, Zahra, Yamilie, Al-haldie, El Midan y muchas zonas más?

"Desde nuestra ventana veíamos un triste e increíble panorama de casas convertidas en ruinas la calle llena de escombros.

"Comenzamos a llamar por teléfono a las familias conocidas para saber cómo estaban. Escuchamos lo siguiente:

-"Yo estaba en misa en la iglesia de San Jorge, la iglesia estaba llena. Durante la misa cayó un proyectil en el salón de la iglesia. Mucha gente se fue. Después de la misa pude volver a mi casa. Por ahora estamos bien, pero no sé cómo estaremos dentro de un rato".

-"Nosotros estamos bien gracias a Dios. Pero están cayendo bombas como lluvia. Estamos con toda la gente del edificio en el sótano. Cayeron más de 20 proyectiles. Son las 20.30 del domingo".

-"Nosotros gracias a Dios estamos bien. Pero toda la familia está en una habitación, tenemos miedo hasta de movernos porque caen proyectiles de todos lados. En cualquier momento nos cae uno a nosotros".

"También hablé con Siham, una madre de familia que tenía cuatro hijos, hace dos años murió el más pequeño de diez años a consecuencia de una explosión. Ella se encontraba en el hospital porque otro de sus hijos ?George- fue alcanzado por un proyectil. Está herido en la pierna, en la mano y tiene varias costillas rotas y algunos problemas respiratorios, pero aparentemente está fuera de peligro. La fortaleza de su madre es, simplemente, ¡admirable!"

"No tenemos datos del número de muertes, se habla de más de 400 solo en El Midan donde días atrás derribaron tres edificios y todavía siguen sacando víctimas de debajo de los escombros.

"Anoche después de la misa ?aproximadamente 19.30- hasta más de la 0.30 hemos oído sin descanso ruidos de aviones y explosiones de diversos tipos. Cayeron aquí cerca en la feria donde habitualmente vamos a comprar. Y también el viernes cayó un proyectil con el que disparan a los aviones en el patio del Carmelo, que limita con el balcón y la terraza de casa.

"Nuestras jóvenes siguen el ritmo normal en la Universidad, a pesar de que han caído proyectiles muy cerca de las mismas facultades en que ellas cursan: hoy, mañana y pasado tienen exámenes. No les permiten faltar. Ni siquiera las excusan aunque haya caído un misil en su casa, como les pasó el año anterior a un par de chicas que este año están viviendo con nosotras.

"Finalmente nosotras, gracias a Dios estamos bien. Nos seguimos encomendando a las oraciones de todos. Tenemos serenidad en el alma, sabemos que estamos en las manos de Dios. Estamos preparando los salones de debajo de la catedral por si fuera necesario recibir gente. De hecho anoche una señora se quedó a dormir aquí porque no podía regresar a su casa en una zona que estaba siendo atacada en ese momento.

"Ahora mismo siguen atacando la zona que está detrás de nuestra casa. Esto fue hace 5 minutos.

"Hace más de dos horas sin parar están bombardeando allí: aviones, estallidos, toda la casa tiembla, interminables descargas de armas grandes, varias columnas de humo se levantan al mismo tiempo: es un horror?

"Tratamos de llevar adelante el horario y de estar disponibles para lo que se presente. Quisiéramos no solo llamar por teléfono a los fieles, sino poder estar al lado de cada familia. Rezamos y ofrecemos por todos. Agradecemos las numerosas oraciones que en todos lados están haciendo por la paz y por los cristianos de Siria. Dios los bendiga a todos. Hermana María de Nazaret.

El padre David Fernández

Además del relato de la hermana María de Nazaret, el sacerdote tucumano, miembro del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), padre David Fernández, que está en Alepo desde 2009, logró hablar con el periodista Rubén Guillemí, del diario La Nación de Buenos Aires, al que le contó cómo se vive en una ciudad, la segunda más grande de Siria, con cinco millones de habitantes, asediada por los grupos islamistas del Frente al-Nusra (ligado a Al-Qaeda), el Estado Islámico (EI) y el Ejército Libre (EL) que luchan por este botín, que aún está en su mayor parte bajo control del gobierno sirio.

El padre David le contó al periodista de La Nación que tiene un recuerdo grato de sus primeros años en Alepo. "En Siria -dijo- había una convivencia pacífica entre las diferentes etnias y religiones, cristianos, judíos y musulmanes. Si bien el presidente Al-Assad nunca fue un presidente democrático, era alguien con quien Occidente podía dialogar. Pero lo que estamos viendo es que en las áreas que caen ahora bajo el control de los islamistas se aplica un régimen de terror y de persecución, especialmente contra los cristianos".

En la conversación con el periodista Guillemí, éste le preguntó cuál cree que sería la solución del conflicto, el padre David le respondió: "Lo primero es que los países que están vendiendo armas y financiando a los rebeldes islamistas dejen de hacerlo. Esta es una guerra creada y fomentada desde el exterior. Hay que permitir que Siria encuentre su propio camino hacia la democracia. Y no hay que engañarse: ninguno de los grupos que enfrentan al ejército nacional quiere la democracia. Si Occidente sigue apoyándolos se va a encontrar luego con un problema mucho más difícil de resolver".+