Miércoles 30 de octubre de 2024

Un sacerdote nigeriano vuelve al ministerio tras dos semanas de secuestro

  • 1 de agosto, 2024
  • Abuja (Nigeria) (AICA)
El padre Mika Sueliman, recientemente liberado del cautiverio a manos de bandidos, contó sobre su recuperación y su regreso al ministerio sacerdotal en su parroquia en Damba.
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Nigeria vio un aumento en los secuestros de ciudadanos en general y también de sacerdotes en los últimos años. Entre los numerosos clérigos secuestrados se encontraba el padre Yakubu Mika Sueliman, a quien unos bandidos secuestraron el 22 de junio en su rectoría de la parroquia de la iglesia católica de San Raymond, en la diócesis de Sokoto, en el estado nigeriano de Zamfara, luego de lo cual pasó dos semanas en manos de sus secuestradores y fue liberado el 7 de julio.

En declaraciones a Vatican News, el padre Sueliman confirmó que la atención médica y el tratamiento psicológico que recibió después de su liberación le permitieron redescubrirse a sí mismo y mejorar su recuperación.

"He vuelto al ministerio sacerdotal", indicó, añadiendo que perdonó a sus captores.

"He perdonado a los bandidos por haberme secuestrado. Creo en el perdón como cristiano y, sobre todo, como sacerdote", afirma el padre Sueliman, de 35 años. "Durante mi cautiverio, el miedo constante a que me mataran en cualquier momento fue traumático. Las condiciones de vida eran espantosas y repugnantes. Pasé noches sin dormir y no podía comprender mi terrible experiencia".

Señaló que es difícil proteger a los sacerdotes en zonas de Nigeria frecuentemente atacadas por bandidos, "porque los informantes viven entre nosotros".

Sin embargo, el padre Sueliman expresó su convicción de que las fuerzas de seguridad del gobierno tienen el poder de "ayudar a frenar y abordar las actividades de bandidaje en Nigeria".

"Esta experiencia personal vivida ha reafirmado y despertado en mí la conciencia de que la fidelidad de Dios nunca cesa", añadió.

El padre Sueliman expresó su gratitud a las muchas personas que oraron por su liberación. "Agradezco a la Iglesia universal por sus oraciones hasta que fui liberado", dijo.

Sin embargo, el sacerdote nigeriano reconoció que necesitará "más apoyo espiritual, mientras continúo la curación psicológica en mi vida".

"En mi camino espiritual, me consuela la respuesta positiva de la Iglesia local, de los obispos de Nigeria y de la comunidad mundial", afirmó también.+