Viernes 22 de noviembre de 2024

Nuevo equipo coordinador de la Renovación Carismática Católica Argentina

  • 13 de diciembre, 2022
  • Buenos Aires (AICA)
La Renovación Carismática Católica (RCC) de la Argentina dio a conocer la conformación del nuevo equipo coordinador de grupos de oración a nivel nacional.
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La Renovación Carismática Católica (RCC) de la Argentina dio a conocer la conformación del nuevo equipo coordinador de grupos de oración a nivel nacional. Los nuevos integrantes para el trieño que se inicia son: Juan Jorge Sobrero y Jorge Charreun, de la región litoral, como Coordinador Nacional y Asesor Nacional, respectivamente; y el presbítero Marcelo Toledo, de la región Patagonia, como Asesor Nacional.

Por su parte, los coordinadores regionales que integran el Equipo Coordinador Nacional son: Inés Comba (Región Centro), Nancy Alvero (Región NOA), Noemí Acuña (Región Patagonia), Mirta López (Región Buenos Aires), Marcelo Reggiardo (Región Litoral), Marco Wall (Región NEA), Juan Manuel Angos (Región Platense) y Pablo Collazo (Región Cuyo).

En sus primeras palabras como Coordinador Nacional de la RCC, Juan Jorge Sobrero destacó que “es un tiempo de desafíos”. “El Señor nos llama a estar alertas y nos pide que estemos preparados para salir a evangelizar”, añadió quien hasta ahora sirviera como coordinador de la región Litoral.

“El Señor nos pide actuar, no podemos quedarnos paralizados. Nos urge de una manera personal volver a encontrarnos con el Señor. El amor de Dios se manifiesta, como siempre, a través del Espíritu Santo, y es el Espíritu quien nos anima. A partir de ahí tenemos toda la fuerza para abrir la puerta y salir”, expresó.

En su mensaje de despedida del servicio como Coordinador Nacional de la RCC, función que ocupó durante los períodos 2016-2019 y 2019-2022, Daniel Aimaretti destacó el pasaje de Ef. 2, 19-22: “Somos importantes para la obra del Señor, los elegidos del Señor, por lo que el Señor puede hacer en nosotros y nosotros en el resto”.

Aimaretti describió los objetivos alcanzados durante su servicio y agradeció, a los miembros del equipo, el trabajo de las secretarías y de los “hermanos ocultos”, que trabajan y no se ven. Resaltó además la necesidad de seguir formándose y cuidándose entre los servicios diocesanos y regionales, porque “somos familia y, si no, somos presa fácil”, por lo que insistió en “pensar en el bien común”.

También compartió su testimonio y explicó que este tiempo no lo vivió como una carga, sino como “una aventura maravillosa de ver a tantos hermanos lindos en gran parte del país.”

Siguiendo esa línea, Toty Zayas y Gabriel Rinaudo profundizaron sobre la necesidad de un nuevo Pentecostés en los grupos de oración, para llevar adelante la misión confiada por el Señor a la Iglesia.

“¿Para qué el Espíritu Santo hizo brotar esta corriente de gracia en el mundo?, ¿cuál es la razón, cuál es la finalidad de ir a un grupo de oración?” interpeló Zayas, quien destacó la importancia de los grupos de oración para la nueva evangelización, que está llamada a “evangelizar para dar contención y continuidad”, apoyada desde los documentos de la Iglesia, tanto universal como argentina.

Gabriel, por su parte, resaltó que es “tiempo de volver a predicar a Jesús, de volver a buscar al hermano, de volver a empezar”. Asimismo basó, en los 13 objetivos de Charis y los 5 objetivos de la RCC Argentina, los llamados actuales: pensar "en el ser” –hacia adentro-, y “en el qué hacer del Servidor” –hacia afuera-, como “llamados a la Evangelización”.

El padre Jorge Charreun, nuevo Asesor Nacional de la RCC, compartió una reflexión sobre el tiempo de Adviento. “Comenzamos el tiempo litúrgico de Adviento, Adviento que es escuela de esperanza; estamos esperando un Hijo, nada más ni nada menos que el Hijo de Dios en su segunda venida, y luego recordaremos la primera venida, la histórica, cuando nació en un pesebre en Belén”, sostuvo el sacerdote.

Explicó que “el Adviento es un tiempo para educarnos en la esperanza”, al tiempo que añadió: “Sólo hay una tierra donde se cultiva esa semilla, y es en el corazón del hombre”.

Sobre la esperanza, destacó que “no se trata de ser ilusos, sino de tener una mirada profunda hacia la realidad, hacia lo que realmente somos. La ilusión es cerrar los ojos, la esperanza es abrir los ojos; la ilusión es miope y quiere ser ciega; sólo tiene verdadera esperanza el que a través de una mirada profunda y penetrante encuentra el brote nuevo, ahí está la esperanza, en el brote nuevo, en el germen de aquello que empieza”.

A continuación, exhortó: “Que a través de la predicación, de nuestro testimonio, de nuestro servicio brindemos y comuniquemos esperanza”, e invitó a “estar atentos a la Palabra de Dios en el Adviento, porque nos da la respuesta”.+