Martes 10 de diciembre de 2024

Nuevo arzobispo ortodoxo de Antioquía en Buenos Aires

  • 6 de marzo, 2019
  • Buenos Aires (AICA)
El sábado 3 de marzo asumió como nuevo arzobispo metropolitano de Buenos Aires y de toda la Argentina de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía monseñor Santiago El Khoury, elegido recientemente por el Santo Sínodo Antioqueno. Una procesión de unas 200 personas acompañó por la calle al nuevo arzobispo hasta que entró en la catedral San Jorge donde fue entronizado y se rezó un oficio de acción de gracias. Participó de la procesión y del acto posterior el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina de la Iglesia Católica, cardenal Mario Aurelio Poli, junto con otros obispos y sacerdotes católicos y con dignatarios de varias iglesias ortodoxas y orientales: siriana, griega, rusa, serbia y armenia. Vinieron arzobispos antioquenos de otros países de América latina.
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El sábado 3 de marzo asumió como nuevo arzobispo metropolitano de Buenos Aires y de toda la Argentina de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía monseñor Santiago El Khoury, elegido recientemente por el Santo Sínodo Antioqueno y ordenado obispo el 9 de diciembre último en Damasco.

Una procesión de unas 200 personas acompañó por la calle al nuevo arzobispo de esa iglesia, desde la Asociación de Beneficencia Siria Kalaat Yandal, en Malabia 1467, hasta la catedral antioquena San Jorge, en Scalabrini Ortiz 1261, donde se realizó la entronización y se rezó un solemne oficio de acción de gracias.

Participó de la procesión y del acto posterior el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina de la Iglesia Católica, cardenal Mario Aurelio Poli, junto con otros obispos y sacerdotes católicos y con dignatarios de varias iglesias ortodoxas y orientales.

"Bendito es el que viene en nombre del Señor", decía un cartelón en el frente de la asociación siria, donde se daba la bienvenida en castellano y en árabe.

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El nuncio, embajadores y arzobispos antioquenos
El nuncio apostólico en la Argentina, monseñor León Kalenga Badekebele, estuvo presente en la ceremonia. El nuncio es decano del cuerpo diplomático, del cual había representantes sentados en la primera fila. Estaban los embajadores de la República Árabe Siria, Maher Mahfoux, con su esposa; del Líbano, Johnny Ibrahim, con su señora; de la República Helénica, Dimitrios Zevelakis, y de Egipto, Amín Mourad Meleika.

La relevancia del acto se evidenció también en la presencia de los arzobispos antioquenos de América latina, aunque no pudiera estar el patriarca de Antioquía y Todo el Oriente, Su Beatitud Juan X. En su nombre, el metropolitano antioqueno de México, Venezuela y el Caribe, monseñor Ignacio Samaan, leyó el decreto patriarcal designando a monseñor Santiago.

Previamente, el metropolita de Chile, monseñor Sergios Abed, dio gracias a Dios por el bautismo que nos hace hijos suyos, destacó que la Iglesia es familia, que no existe Iglesia sin obispo, como no existe Iglesia sin pueblo. Y animó a todos los bautizados a sentirse responsables por la Iglesia, a la que deben servir con fidelidad y amar como Madre que nos da a Cristo y alienta en el camino.

Luego, monseñor Damaskinos Manzur, metropolita de San Pablo, Brasil, entregó el báculo arzobispal a monseñor Khoury, que estaba sentado en la cátedra arzobispal, de madera decorada trabajada y realzada con la cruz, en tanto un acólito mantenía un candelabro con tres velas encendidas.

También estaba entre los dignatarios antioquenos monseñor Theodoro Ghandur, obispo y vicario patriarcal en Río de Janeiro.

Castellano, árabe y griego
Hubo cantos alabando y glorificando "al Dios de nuestros padres" en castellano y en árabe, y se cantó Kyrie Eleison en griego.

El nuevo arzobispo leyó su mensaje en árabe, que tenía por escrito, y que otro clérigo leía en la traducción ya realizada al castellano. Comenzó diciendo que se postraba ante la Santísima Trinidad. Invocó al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, un solo Dios, y habló de la Iglesia como una familia que trabaja en unión, en la que todas las personas se integran con sus talentos y capacidades. Pidió trabajar con la valentía de San Jorge y la humildad de la Virgen.

Recordó que en Antioquía los fieles fueron llamados cristianos por primera vez y que en Damasco fue bautizado Pablo, el apóstol de las naciones. Subrayó el llamado de Cristo a ser luz del mundo, sal de la tierra.

"Nuestro llamado para el clero y el pueblo igualmente es el de ser apóstoles, embajadores y testigos del Señor Jesús y su reino celestial", dijo. Tras evocar a varios santos como San Ignacio y San Cipriano de Antioquía, San Juan Crisóstomo, los siríacos San Efrén y San Isaac, San Siméon el estilita, San Juan Damasceno y otros, mencionó la llegada de fieles de su iglesia a la Argentina desde fines del siglo XIX y su arraigo en esta "buena tierra". Al dar la bendición final, pidió que el Señor permanezca con todos por la gracia de la Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Obispos de varias iglesias
Adelante, a un costado, en un lugar destacado estaban varios obispos, revestidos de sus vestimentas episcopales distintivas. Dos de ellos católicos, el cardenal Poli y el administrador apostólico de la Eparquía Maronita en la Argentina, monseñor Juan Habib Chamie. Del mismo origen geográfico de Siria se hizo presente monseñor Crisóstomo Juan Gassali, arzobispo y vicario patriarcal para la República Argentina de la Iglesia Siriana Ortodoxa de Antioquía.

A su vez, se hallaban el arzobispo metropolitano Buenos Aires y exarca de Sudamérica de la Iglesia Ortodoxa Griega del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, monseñor Tarasios; el metropolita de la Argentina y Sudamérica de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú, monseñor Ignacio Pologrudov; el arzobispo de la Iglesia Apostólica Armenia, monseñor Kissag Mouradián; el obispo de Buenos Aires, Sur y Centro América de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado Serbio, monseñor Kiril Bojovic, y el obispo de Caracas y Sudamérica Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, monseñor Juan.

En la primera fila del público, cerca del nuncio y de los embajadores, estaba monseñor José María Arancedo, arzobispo emérito de Santa Fe, que hasta hace poco presidió la Conferencia Episcopal Argentina y que ahora preside la Comisión Ecuménica de Iglesias Cristianas de la Argentina (CEICA), que reúne a distintas iglesias y confesiones cristianas. También estaban los sacerdotes católicos maronitas Felipe El Khazen y Charbel Makhlouf, el sacerdote católico melquita Daniel Aguilera y el diácono permanente de San Justo Rodolfo Sánchez Rubio.

También estuvieron algunas personas laicas vinculadas al diálogo ecuménico, como María Luisa D´Osualdo de Cárdenas, Gabriel Arriola, Florencia Uriburu, Hilda Hurmuz, Maria Mercedes Vera, Maria Alicia Tapia y Juan Víctor Szymko, católicos, y Elías Abramides, ortodoxo griego. Asimismo estaba el director del diario Sirio-Libanés, Yaoudart Brahim. Y Roberto Ahuad, ex embajador argentino en Siria.

Los que estuvieron antes
En su mensaje, el nuevo arzobispo recordó con orgullo a todos sus antecesores obispos, a honrados sacerdotes y a los padres y abuelos antioquenos que emigraron aquí, trabajando sin cansancio y sacrificándose hasta las lágrimas.

Los últimos arzobispos habían sido monseñor Kirilos Doumat, fallecido en 2006, y monseñor Siluan Muci, oriundo de Venezuela, "que trabajó mano a mano con ustedes".

Cuando éste fue a tierra libanesa, a mediados de 2018, para ser arzobispo de Monte Líbano, se desempeñó como vicario patriarcal aquí el arcipreste Víctor Villafañe, con quien colaboraba el padre Gabriel Coronel.

Al día siguiente de su entronización, el domingo 3 de marzo, monseñor El Khoury presidió por primera vez la divina liturgia ?misa- en la catedral San Jorge. El nuevo arzobispo llegó al país el 25 de febrero y en estos días visitó la Secretaría de Culto de la Nación y se le ofrecieron recepciones en las embajadas de Siria ?donde también estuvo el embajador de la Federación Rusa- y del Líbano, así como en los clubes Sirio Libanés y Libanés.+ (Jorge Rouillon)