Domingo 24 de noviembre de 2024

Misionero en Nigeria se libera de sus secuestradores porque lo dieron por muerto

  • 5 de julio, 2022
  • Abuja (Nigeria) (AICA)
"No fue un allanamiento policial, se liberó, en medio de disparos, puñaladas y una oreja cortada por la mitad", explicó el padre superior de los Padres Somascos sobre la liberación del P. Luigi Brena.
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El padre Luigi Brena, misionero somasco (clérigos regulares de Somasca) de 64 años, en un intento de secuestro el pasado domingo 3 de julio en Ogunwenyi, en el área de gobierno local suroccidental de Ovia, en el estado de Edo, en el sur de Nigeria logró liberarse, después de recibir una gran golpiza en medio de disparos, puñaladas, una herida en la oreja y caer desmayado. Los secuestradores pensaron que estaba muerto, según la reconstrucción de los hechos que hizo la arquidiócesis de Benin.

La información de la arquidiócesis contradice la primera versión que hablaba que el misionero había sido liberado en una acción policial. “No fue un allanamiento policial, se liberó”, confirmó también por su parte el padre Nieto Sepúlveda, superior de los Padres Somascos.

“El padre Luigi Brena estaba viendo el partido de fútbol de los niños del pueblo alrededor de las 5 de la tarde frente a la comunidad somasca. De repente unos bandidos se lanzaron al asalto a tiros. Los chicos que jugaban al fútbol huyeron despavoridos y el padre Luigi fue capturado antes de que pudiera refugiarse en su departamento. Lo golpearon, lo apuñalaron en la cabeza y el cuerpo y se lo llevaron a rastras. Después de aproximadamente media hora de intensa caminata, comenzaron a golpearlo nuevamente porque se resistía, al punto de desmayarse. Lo dejaron allí creyendo que estaba muerto”, esta es la reconstrucción de los hechos según el padre Michael Oyanoafoh, canciller de la arquidiócesis de Benin, en Nigeria, reproducida por la agencia italiana SIR.

“Cuando recuperó la conciencia -continúa la nota de la arquidiócesis- volvió a casa en un charco de sangre”. Los otros religiosos de la comunidad que se habían escondido lo llevaron de inmediato al hospital docente Igbinedion en Okada y luego a otro hospital. 

“Damos gracias a Dios porque está respondiendo al tratamiento -concluye el comunicado-. Roguemos a Dios que le conceda una pronta recuperación”. 

“La policía dijo que intervino de inmediato y lo dejó en libertad. Eso no es cierto, la policía llegó mucho más tarde”, agregó por parte el padre José Antonio Nieto Sepúlveda, superior general de los Padres Somascos, en declaraciones a la agencia SIR. 

El padre Nieto habló por teléfono con el padre Luigi y con los otros dos religiosos nigerianos que viven en la misma comunidad. “Los otros dos padres nos advirtieron de inmediato -contó el padre superior-. Según ellos, son terroristas musulmanes que vienen del norte de Nigeria con vacas. Tenían la intención de secuestrarlo para pedir rescate. Simplemente lo masacraron. Afortunadamente no tuvo daños en los huesos y órganos internos”. 

“Hablé ayer y hoy -continúa-. Está bien, está tranquilo, es una persona muy positiva. Él dijo: 'Gracias a Dios que todavía estoy aquí.' Tiene la cabeza vendada, la oreja cosida y sigue en el hospital”. 

El padre Nieto Sepúlveda estuvo en Nigeria hace tres semanas, poco antes de la masacre en la iglesia católica de San Francisco Javier en Owo, en el estado de Ondo. Los Padres somascos tienen tres comunidades en Nigeria, incluida una en Lagos, y unos 25 religiosos. Cada comunidad tiene una parroquia, una casa de formación y una casa de huérfanos, cuya asistencia forma parte del carisma específico del instituto. 

Los Padres de Somasca fueron misioneros en Nigeria durante 17 años. El padre Luigi Brena está en esa comunidad desde hace unos diez años, antes había estado en Filipinas. A pesar de los peligros, dijo el superior, “nos quedamos. Quizás tendremos que poner guardia en defensa de la comunidad”, concluyó.

Otros tres sacerdotes nigerianos fueron secuestrados en los últimos días y aún no hay noticias de su paradero. Son: Peter Udo y Philemon Oboh, secuestrados en el estado de Edo el sábado 2 de julio y el padre Emmanuel Silas, secuestrado en la mañana del 4 de julio, cuando celebraba misa en la iglesia de San Carlos de Zambina, en el área de gobierno local de Kauru, en el estado de Kaduna.+