Jueves 21 de noviembre de 2024

Murió el cardenal Sgreccia, padre de la bioética católica

  • 5 de junio, 2019
  • Roma (Italia) (AICA)
No tuvo tiempo de cumplir 91 años: el cardenal Elio Sgreccia, presidente emérito de la Pontificia Academia para la Vida y miembro honorario de la misma, padre de la bioética católica y uno de los principales bioeticistas internacionales, murió hoy, 5 de junio, en la víspera de su cumpleaños. Su vida estuvo dedicada a defender lo sagrado de la vida humana desde su primer momento hasta su fin natural.
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No tuvo tiempo de cumplir 91 años: el cardenal Elio Sgreccia, presidente emérito de la Pontificia Academia para la Vida y miembro honorario de la misma, padre de la bioética católica y uno de los principales bioeticistas internacionales, murió hoy, 5 de junio, en la víspera de su cumpleaños. Su vida estuvo dedicada a defender lo sagrado de la vida humana desde su primer momento hasta su fin natural.

La Academia Pontificia para la Vida, a través del presidente monseñor Vincenzo Paglia, el canciller, monseñor Renzo Pegoraro, y el personal de la Oficina, anunciaron con tristeza el fallecimiento del purpurado.

El comunicado de la Academia destaca que "desde el establecimiento de la Academia Pontificia, el 11 de febrero de 1994, el cardenal Sgreccia fue el alma protagonista, valiente y sabia de nuestra institución, apoyando y promoviendo las actividades de estudio y protección de la vida humana ante los desafíos planteados por la tecnología y el progreso biomédico".

La Academia Pontificia para la Vida agradece el trabajo positivo y valioso realizado por el cardenal Sgreccia y afirma que "continúa en el camino trazado por el cardenal Sgreccia, con la misma audacia de captar los signos de los tiempos y dar respuestas a las preguntas sobre el significado de nuestra humanidad contemporánea".


Cardenal Sgreccia
Nacido en Nidastore di Arcevia, Ancona, el 6 de junio de 1928, fue el último de seis hijos. Estudió en el seminario de Fano y se hizo sacerdote el 29 de junio de 1952. Su primera tarea fue la de trabajar junto a los jóvenes como asistente espiritual de los chicos de Acción Católica, seguido por la de vicerrector en el mismo seminario regional donde estudió. Después de graduarse en literatura clásica en la Universidad de Bolonia, fue nombrado rector del Seminario Pontificio de Fano en Las Marcas, luego trasladado a Ancona y de nuevo a la diócesis de Fossombrone.

La Universidad Católica del Sagrado Corazón le encargó el servicio pastoral de la comunidad de sus profesores y alumnos. Convertido en un punto de referencia de la comunidad universitaria, la misma universidad le encomendó el estudio y la enseñanza de las cuestiones éticas de la biomedicina.

Desde 1985 es director del Centro de Bioética y desde abril de 1992 director del Instituto de Bioética de la Universidad Católica. Colaboró extensamente en temas de bioética con organismos e instituciones a nivel europeo. En los años ochenta fue observador de la Santa Sede en el Comité de Ética del Consejo de Europa. De 1990 a 2006 fue miembro del Comité Nacional Italiano de Bioética.

El 5 de noviembre de 1992, el papa san Juan Pablo II lo nombra obispo titular de Zama Menor y secretario del Pontificio Consejo para la Familia. Recibió la ordenación episcopal de Juan Pablo II el 6 de enero del año siguiente. Sgreccia mantuvo su puesto en el Pontificio Consejo para la Familia hasta los primeros meses de 1996, cuando comenzó a dedicarse a tiempo completo al cargo de vicepresidente de la Academia Pontificia para la Vida y luego, el 3 de enero de 2005, se convirtió en su presidente hasta 2008.

El flagelo del aborto
Cuando se le preguntó cuáles serían las prioridades de su trabajo, respondió a los micrófonos de Radio Vaticano: "El flagelo del aborto, sobre el que la Iglesia no puede hacer ni aquiescencia, ni silencio, ni compromiso. Pero también hay otros nuevos, como la procreación artificial, la clonación, el abuso de la vida humana y de los niños, la eutanasia. Siempre esperamos que las conciencias no se desarmen y que se pueda reafirmar el derecho a la vida, el reconocimiento de la dignidad, la acogida de los enfermos y de los moribundos".

Monseñor Sgreccia participó en la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre "Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización" (octubre de 2014) y en la XIV Asamblea General Ordinaria sobre el tema "La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo" (octubre de 2015).

La contribución del cardenal Sgreccia a la aclaración de algunos temas candentes de actualidad como la donación de órganos, las células madre, la objeción de conciencia, el estado vegetativo permanente fue notable.

Entre las diversas obras del purpurado, cabe destacar el "Manual de bioética para médicos y biólogos, en dos volúmenes, que tuvo cuatro ediciones y muchas reimpresiones, y que también ha sido traducido al francés, español, portugués, inglés, ruso, rumano, búlgaro, ucraniano, árabe y coreano.

Entre los reconocimientos al Cardenal Sgreccia por su constante compromiso se encuentra el Premio Internacional para la Asociación de Ciencia y Vida que le fue otorgado en Roma el 21 de mayo de 2011. El Consejo Ejecutivo de Ciencia y Vida decidió por unanimidad conceder la primera edición de este premio al presidente emérito de la Academia Pontificia para la Vida como referencia autorizada de la escuela de bioética inspirada en el personalismo.

La intención era premiar a una personalidad de absoluta importancia en el campo de la bioética internacional", comentó el copresidente Lucio Romano. El trabajo académico, pastoral y de investigación de monseñor Sgreccia estuvo siempre marcado por el respeto y la salvaguarda de la preciosidad y la dignidad de toda vida humana, en constante coherencia y testimonio de los valores y principios que son también el fundamento de la Asociación Ciencia y Vida".

Benedicto XVI lo creó cardenal en el Consistorio del 20 de noviembre de 2010.

Con la muerte del cardenal Elio Sgreccia, el Colegio Cardenalicio queda compuesto de la siguiente manera: 220 cardenales en total, de los cuales 120 son electores y 100 no electores. +