Viernes 22 de noviembre de 2024

Mons. Paglia: Acceso a una salud global más equitativa

  • 28 de septiembre, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El presidente de la Academia Pontificia para la Vida, presentó hoy el Pleno de la Academia sobre el tema "La salud pública en una perspectiva global. Pandemia, bioética, futuro".
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"La salud no puede ser privada: la salud es pública, siempre, debe ser global", afirmó este martes 28 de septiembre, monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida (PAV), durante la presentación, en la Oficina de Prensa del Vaticano, de la Asamblea de la PAV, que se prolongará hasta el 29 de septiembre sobre el tema "La salud pública en una perspectiva global". 

"¿Cómo olvidar el llamamiento del Santo Padre a un sistema de salud pública para todos?", afirmó el arzobispo Paglia, haciéndose eco de las palabras pronunciadas ayer por el papa Francisco en la apertura del plenario del dicasterio pontificio: "Nos hemos olvidado del 'nosotros': el 'nosotros de la familia humana'. “La salud global plantea nuevamente la urgencia de un 'nosotros'”.

"Si para los países occidentales la prioridad está representada por las vacunas, y de hecho estamos asistiendo al mayor esfuerzo de vacunación jamás implementado en la historia, no debemos olvidar la necesidad de construir una asistencia sanitaria equitativa a escala planetaria", argumentó el presidente de la Academia para la Vida.

“El tema central de la reflexión es el futuro del cuidado y la salud, si queremos tomarnos en serio la lección que nos trae la pandemia”. “Para la mayoría de la población mundial, además de las vacunas es prioritario el acceso verdadero y efectivo a la atención, pero también a bienes que permitan 'simplemente' vivir”, advirtió. 

"No solo se debe superar la brecha de vacunación, sino de acceso a la salud pública –reiteró monseñor Paglia- eliminando los problemas ligados a la falta de estructuras y gestionando de manera más inteligente los recursos a destinar a la atención”. 

“Muchos subrayan la necesidad de responder a la crisis actual con medidas que también sean útiles para el futuro del planeta”, señaló el prelado, según quien “la vacunación es fundamental en la perspectiva de la protección global contra el Covid-19 pero la cuestión central se refiere a la posibilidad de superar las diferencias de manera rápida y efectiva, mediante la implementación de una política de salud global que haga más equitativo el acceso al tratamiento”.

Unos 90 académicos participan en la asamblea de la PAV, de manera presencial, a los que habrá que sumar los que lo hagan a distancia, centrada en la perspectiva global de la salud pública y su situación tras la pandemia. 

El arzobispo Paglia destacó que el encuentro no estará centrado en la situación sufrida con el Covid-19, sino en “todo lo que hemos aprendido y en qué líneas esforzarse para un nuevo futuro”.

El aborto un problema grave
“Interrumpir una vida humana, tanto al principio como durante y al final, es siempre un problema muy grave, y la Pontificia Academia para la Vida quiere librar esta batalla en todos los ámbitos. Nos interesa toda la vida humana, que siempre hay que defender, subrayó el presidente de la Pontificia Academia para la Vida, respondiendo a las preguntas de los periodistas sobre el aborto.

"Hay un problema que ayer subrayó el Papa", prosiguió monseñor Paglia: "Esa cultura del descarte que implica toda la existencia del hombre: el descarte de los que no queremos que nazcan, el descarte de los ancianos, y la “eutanasia oculta”, de miles y miles de ancianos abandonados, algunos incluso asesinados porque la herencia es tentadora”, señaló. 

Insistió el presidente de la PAV: “El descarte de los que pesan y no producen, el descarte de los discapacitados y el descarte de los niños. Y luego está la desatención a las enfermedades y el malestar de los países más pobres, que no se consideran”.

El estadounidense David Barbe, presidente de la Asociación Médica Mundial, destacó por su parte en la presentación de la asamblea de la PAV cómo en su país el Covid-19 tuvo efectos más graves en tres grupos de población que ya sufrían la desigualdad en el acceso a los cuidados médicos: “los ancianos, los enfermos crónicos y algunas de las razas no caucásicas”. Por ello pidió responder a las “desigualdades sanitarias que existen y que emergieron claramente con la pandemia”, pues muchos de los problemas que causó “son evitables o corregibles”.

Barbe también habló sobre el desafío que suponen para la ciencia y para la salud pública las personas que no están convencidas de vacunarse. Frente al escepticismo y a las dudas de estos grupos, abogó por la promoción de una información “válida y transparente, que enfatice los beneficios de la vacuna y subraye el riesgo significativamente mayor de la enfermedad”. 

Al ser preguntado por esta cuestión, monseñor Paglia abogó por la promoción de la “cultura de la responsabilidad” con las vacunas, tanto “hacia uno mismo como hacia quienes no pueden vacunarse”.+