Mons. Lozano: Fratelli tutti, animarse a soñar despiertos
- 11 de octubre, 2020
- San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan de Cuyo señaló que en su nueva encíclica, el papa Francisco invita a "soñar en medio de la oscuridad y el miedo" y sostiene: "Soñemos como una única humanidad".
El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, consideró que la nueva encíclica Fratelli tutti, del papa Francisco, “da para un abordaje sereno que nos permita rumiar sus afirmaciones y enseñanzas”.
“Es bueno hacer una lectura rápida de algún resumen que podemos encontrar en internet. Pero si queremos apropiarnos de su contenido de fondo, es necesario detenernos en algunas imágenes que nos propone”, sugirió en su reflexión semanal, en la que puso el acento en solamente dos: la oscuridad y los sueños.
El prelado subrayó que el pontífice destaca que la sociedad globalizada hace más cercanos, pero no más hermanos.
“Estamos más solos que nunca en este mundo masificado que hace prevalecer los intereses individuales y debilita la dimensión comunitaria de la existencia”, citó, y prosiguió con el texto pontificio: “La conciencia histórica se hunde en las sombras”, y tenemos la experiencia de estar corriendo sin un rumbo común. Muchos se dedican a la siembra de desesperanza y se suscita la desconfianza constantemente”.
El arzobispo sanjuanino afirmó que para medir esta sensación que el Papa quiere transmitir en la encíclica, hay que tener en cuenta que la palabra miedo aparece 20 veces, y sombras-oscuridad 4.
“Francisco nos muestra que hay otro camino. Soñar en medio de la oscuridad y el miedo. La palabra sueño aparece 17 veces, y soñar 7”, contrapuso analizando la carta encíclica.
Monseñor Lozano sostuvo que la palabra de Francisco es alentadora y lo cita: “Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos”.
“Sin dudas, se trata de otra lógica. Si no se intenta entrar en esa lógica, mis palabras sonarán a fantasía. Pero si se acepta el gran principio de los derechos que brotan del solo hecho de poseer la inalienable dignidad humana, es posible aceptar el desafío de soñar y pensar en otra humanidad. Es posible anhelar un planeta que asegure tierra, techo y trabajo para todos”, subrayó textualmente, y concluyó: “Yo me engancho en ese sueño”.+