Mons. Giobando: "No habrá recuperación total si no incluimos la dimensión religiosa"
- 22 de julio, 2020
- Buenos Aires (AICA)
"Si bien la pandemia ha despertado la conciencia de todos, debería ocurrir lo mismo con la pandemia del aborto", expresó el obispo auxiliar de Buenos Aires en declaraciones a Radio Grote.
El obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal de Flores, monseñor Ernesto Giobando SJ, recordó que “la dimensión espiritual junto con la dimensión física y psíquica son los componentes del ser humano”, al referirse a la reapertura de los templos porteños para la oración individual en el marco del protocolo para la nueva fase del aislamiento por la pandemia del coronavirus.
“Cuando queremos dejar todo de lado no va haber una total recuperación si no incluimos la dimensión espiritual o religiosa. En estos meses de cuarentena larga creo que se han cuestionado cosas muy ondas de la propia vida, de la relación con los demás y de la relación con Dios porque siempre está acompañándonos”, sostuvo.
En declaraciones a Radio Grote, la emisora digital de la Federación de Círculos Católicos de Obreros (FCCO), el prelado habló también de la decisión de la Legislatura porteña de adherir al protocolo del aborto.
Al ser consultado sobre el retorno de los fieles a los templos, monseñor Giobando respondió: “Los protocolos están por salir en estos días” porque desde este miércoles se permite el acceso a los lugares de culto para la oración personal.
“En el templo habrá alguien que te recibe. No va a ser algo así frio como entrar a una bóveda y hay que tomar todas las precauciones para que esa persona que va a ingresar al templo se sienta en su casa como siempre lo ha sido. Por supuesto, con todas las medidas de sanidad y distanciamiento, pero va a ser muy importante que la gente pueda pasar por la puerta del templo”, sostuvo.
Monseñor Giobando se manifestó “dolido” por la aprobación del protocolo del aborto en Buenos Aires, y lamentó que en el actual contexto no se hayan podido realizar manifestaciones públicas “en la que se escuchaban distintas opiniones”.
“Creo que cuando un médico o enfermero está en un hospital atendiendo casos concretos, y lamentablemente cada vez son más los contagios y hay menos camas; cuando se está buscando la vacuna para poder contrarrestar el virus del Covid-19 y, por otro lado, se están repartiendo pastillas a quien lo solicita, sobre todo a mujeres, con el argumento de que sostienen a las chicas más pobres que deben tenerlas para no recurrir al aborto ilegal”, añadió.
El obispo auxiliar porteño afirmó que, si bien se utilizó el recurso democrático en lo que respecta a la Legislatura, “el no poder expresar la voz de la Iglesia, presentar una idea, una alternativa sin poder hacer nada, realmente duele”.
“Hay que conocer un poco más la realidad y no dejarse llevar por estos números, que pareciera que son inapelables. Hay que conocer el trabajo que se hace en los barrios, en los lugares más pobres de mayor vulnerabilidad, como tantas chicas que se aferran a la vida y a su crío, a su embarazo y se involucra al varón en esto. Creo que debemos hacer un gran esfuerzo para salvar la vida en toda circunstancia y esto, creo, que deberíamos tener un espacio para explicarlo como se hizo en el Congreso”, sostuvo.
“¿Tenemos que velar por los más débiles, eliminando a otro ser mucho más débil?”, se preguntó, y explicó que “el objetivo de la Iglesia es defender la salud de la gente y si bien la pandemia ha despertado la conciencia de todos, debería ocurrir lo mismo con la pandemia del aborto, como años atrás la definió San Juan Pablo II”.
“Vamos siempre al efecto y no a la causa. También la causa es la marginalidad, la falta de contención familiar, que muchos de nuestros adolescentes están sin ir al colegio y en los sectores pobres es altísima la deserción escolar, la causa es la droga, es ir a buscar a estos chicos a que repartan droga, que están heridos en su ser. En el mundo hay cientos de miles de abortos, hagamos una salud integral y salvemos las dos vidas que es lo que siempre estamos anunciando”, enfatizó.
Monseñor Giobando opinó que “no se puede ir en contra de la conciencia porque es un derecho constitucional y fundamental para el derecho social y al mismo tiempo forma parte del aspecto estructural de la persona. Si violentamos eso, estamos violentando todo”.+