Mons. Giobando: vivir la Cuaresma con los ojos 'en Jesús y su infinito amor'
- 6 de marzo, 2025
- Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
"Que esa mirada nos ayude a mirarnos como hermanos, sin odios, sin violencia, sin gritos ni descalificaciones, con la mansedumbre y la humildad de los servidores de Dios", pidió el obispo marplatense.

El obispo de Mar del Plata, monseñor Ernesto Giobando SJ, se dirigió a la comunidad diocesana con motivo del comienzo del tiempo de Cuaresma.
Así, en el texto dirigido al Pueblo de Dios que peregrina en esa Iglesia particular, el prelado manifestó: "Estamos por comenzar la Cuaresma, este tiempo especial de oración, penitencia y limosna, que son tres dimensiones necesarias para alcanzar la misericordia del Señor, que muriendo y resucitando nos purifica y perdona nuestros pecados".
"Una penitencia que va más allá de los ayunos y abstinencias prescriptos, una penitencia que llega al corazón y nos invita a convertirnos, a 'reempezar' una y otra vez el camino de la salvación. Una oración que involucra, no sólo nuestras necesidades, sino una oración compasiva, que nos lleva al servicio de nuestros hermanos más necesitados, redimensionando así la limosna: no sólo dar una ayuda monetaria, sino dar con generosidad nuestro tiempo en las obras de misericordia", continuó.
El prelado recordó que el Papa Francisco "nos ha regalado el mensaje para vivir esta Cuaresma 2025: 'Caminemos juntos en la esperanza' es la invitación del Santo Padre para este tiempo, en el marco del Año Santo Jubilar. Un mensaje escrito antes de su internación y que nos lleva a rezar por su salud y pronta recuperación".
"Su mensaje -dijo- nos ayuda a profundizar en tres aspectos de este tiempo: en primer lugar 'caminar', como expresión de una actitud que nos hace peregrinos; y, en ese caminar, nos acercamos a tantos que están en situaciones dramáticas, que han dejado sus hogares, o viven en la calle, o están migrando por el mundo, buscando un lugar digno donde vivir; en cierto sentido, buscando la tierra prometida que añoran".
Como segundo aspecto, el diocesano se refirió al hecho de 'caminar juntos', "en el sentido de ir haciendo entre todos una Iglesia con un fuerte acento en la dimensión sinodal, donde nadie quede afuera, siendo 'artesanos de la unidad'. Nos recuerda el Papa: 'Significa caminar codo a codo, sin pisotear o dominar al otro, sin albergar envidia o hipocresía, sin dejar que nadie se quede atrás o se sienta excluido. Vamos en la misma dirección, hacia la misma meta, escuchándonos los unos a los otros con amor y paciencia'".
"En tercer lugar -señaló- el Papa nos invita a vivir la 'conversión en la esperanza cristiana', como esperanza última en la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, la esperanza en la vida eterna. La esperanza nos invita a contemplar el fin último de nuestra existencia y es, a la vez, el motor primero que nos alienta en medio de las luchas y dificultades".
Además, recordó que "la fe y la caridad, junto con la esperanza, son las virtudes teologales que nos acercan al misterio de Dios y nos ayudan a vivir la fraternidad humana; creemos en comunidad, esperamos juntos la venida del Señor y el deseo de la vida eterna, y nos amamos unos a otros, siguiendo el mandamiento que nos enseñó Jesús".
Finalmente, pidió vivir este tiempo de Cuaresma "puestos los ojos en Jesús, en su infinito amor, y que esa mirada nos ayude a saber mirarnos como hermanos, sin odios, sin violencia, sin gritos ni descalificaciones, con la mansedumbre y la humildad de los servidores de Dios".
"Que María, Madre de la Reconciliación y Madre de la Misericordia, nos aliente en este peregrinar juntos en la esperanza. Y así nos encontraremos en la Pascua de Jesús", concluyó.+