Viernes 29 de marzo de 2024

Mons Gallagher: la justicia penal no es castigo, sino reconciliación

  • 9 de marzo, 2021
  • Kyoto (Japón) (AICA)
El estado de derecho, la prevención del delito y la justicia penal "deben ir de la mano", afirmó en la ONU el Secretario de Relaciones con los Estados de la Santa Sede
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“La Santa Sede está firmemente convencida de que el estado de derecho, la prevención del delito y la justicia penal deben ir de la mano”, dijo monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados, en una declaración en video emitida ayer, 8 de marzo, durante el 14º Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal, celebrado en Kyoto, Japón, del 7 al 9 de marzo. 

En particular, el prelado recordó que “la instrumentación del estado de derecho es fundamental para lograr un verdadero desarrollo humano integral”; para ello se requiere “no solo el esfuerzo de las autoridades policiales, sino también el compromiso de la sociedad en general”. Por tanto, es central la referencia a que “prevenir y responder a las actividades delictivas está íntimamente relacionado con el respeto y la protección de los derechos humanos, tanto nacionales como internacionales”.

Monseñor Gallagher dijo que era consciente de que la delincuencia se alimenta “de las desigualdades económicas y sociales y de la corrupción, matando a las víctimas especialmente entre quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad”. 

Una situación que, además, la pandemia de Covid-19 “solo ha empeorado”, y reiteró que “la prevención del delito no debe reducirse a sus aspectos punitivos, porque -como afirma el papa Francisco-, la verdadera justicia no se contenta con castigar simplemente a los culpables. Debemos ir más allá y hacer lo posible por corregir, mejorar y educar al hombre“.

El principio de precaución y el principio pro homine
Por tanto, hay dos principios fundamentales que recordó monseñor Gallagher y que deben aplicarse en los sistemas de derecho penal: el primero es “el principio de precaución, para evitar cualquier invasión de los derechos humanos y libertades fundamentales”, mientras que el segundo es “el principio pro homine, dirigido a proteger siempre la dignidad de la persona humana”.

“De hecho, establece que toda autoridad perteneciente al poder judicial, legislativo o ejecutivo debe aplicar la norma o interpretación más favorable al individuo o la comunidad, en cualquier emisión de documentos”. 

“Solo observando ambos principios -destacó el Secretario de Relaciones con los Estados- será posible lograr una justicia penal verdaderamente restaurativa”. 

La videodeclaración del prelado finalizó con la cita del llamamiento del Papa a “una justicia humanizadora, genuinamente reconciliadora, una justicia que conduzca al infractor por un camino educativo y valiente penitencia, a la rehabilitación y la total reintegración en la comunidad”.

Al final del evento se prevé una Declaración Única, que será sometida a examen por una Comisión específica. 

Cabe recordar que este tipo de Congreso de la ONU es el encuentro mundial más importante de políticos, profesionales, académicos, organizaciones intergubernamentales y sociedad civil que operan en el sector. 

El congreso se realiza cada cinco años en diferentes partes del mundo. La primera edición se llevó a cabo en 1955, con el objetivo de identificar tendencias y problemas emergentes en el campo de la prevención del delito y la justicia penal, así como permitir el intercambio de experiencias y opiniones entre todos los participantes en materia de derecho y el desarrollo de políticas relacionadas.+