Mons Gallagher: la justicia penal no es castigo, sino reconciliación

  • 9 de marzo, 2021
  • Kyoto (Japón) (AICA)
El estado de derecho, la prevención del delito y la justicia penal "deben ir de la mano", afirmó en la ONU el Secretario de Relaciones con los Estados de la Santa Sede

“La Santa Sede está firmemente convencida de que el estado de derecho, la prevención del delito y la justicia penal deben ir de la mano”, dijo monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados, en una declaración en video emitida ayer, 8 de marzo, durante el 14º Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal, celebrado en Kyoto, Japón, del 7 al 9 de marzo. 

En particular, el prelado recordó que “la instrumentación del estado de derecho es fundamental para lograr un verdadero desarrollo humano integral”; para ello se requiere “no solo el esfuerzo de las autoridades policiales, sino también el compromiso de la sociedad en general”. Por tanto, es central la referencia a que “prevenir y responder a las actividades delictivas está íntimamente relacionado con el respeto y la protección de los derechos humanos, tanto nacionales como internacionales”.

Monseñor Gallagher dijo que era consciente de que la delincuencia se alimenta “de las desigualdades económicas y sociales y de la corrupción, matando a las víctimas especialmente entre quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad”. 

Una situación que, además, la pandemia de Covid-19 “solo ha empeorado”, y reiteró que “la prevención del delito no debe reducirse a sus aspectos punitivos, porque -como afirma el papa Francisco-, la verdadera justicia no se contenta con castigar simplemente a los culpables. Debemos ir más allá y hacer lo posible por corregir, mejorar y educar al hombre“.

El principio de precaución y el principio pro homine
Por tanto, hay dos principios fundamentales que recordó monseñor Gallagher y que deben aplicarse en los sistemas de derecho penal: el primero es “el principio de precaución, para evitar cualquier invasión de los derechos humanos y libertades fundamentales”, mientras que el segundo es “el principio pro homine, dirigido a proteger siempre la dignidad de la persona humana”.

“De hecho, establece que toda autoridad perteneciente al poder judicial, legislativo o ejecutivo debe aplicar la norma o interpretación más favorable al individuo o la comunidad, en cualquier emisión de documentos”. 

“Solo observando ambos principios -destacó el Secretario de Relaciones con los Estados- será posible lograr una justicia penal verdaderamente restaurativa”. 

La videodeclaración del prelado finalizó con la cita del llamamiento del Papa a “una justicia humanizadora, genuinamente reconciliadora, una justicia que conduzca al infractor por un camino educativo y valiente penitencia, a la rehabilitación y la total reintegración en la comunidad”.

Al final del evento se prevé una Declaración Única, que será sometida a examen por una Comisión específica. 

Cabe recordar que este tipo de Congreso de la ONU es el encuentro mundial más importante de políticos, profesionales, académicos, organizaciones intergubernamentales y sociedad civil que operan en el sector. 

El congreso se realiza cada cinco años en diferentes partes del mundo. La primera edición se llevó a cabo en 1955, con el objetivo de identificar tendencias y problemas emergentes en el campo de la prevención del delito y la justicia penal, así como permitir el intercambio de experiencias y opiniones entre todos los participantes en materia de derecho y el desarrollo de políticas relacionadas.+