Viernes 22 de noviembre de 2024

Mons. Frassia: "Ellos obedecieron a Jesús y la pesca fue abundante"

  • 9 de mayo, 2019
  • Avellaneda (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Frassia, compartió unas reflexiones sobre el pasaje del Evangelio donde se narra la tercera aparición de Jesús resucitado. Fue cuando los apóstoles, que eran pescadores, no conseguían pescar esa noche, y al verlos el Señor les ordenó que Ellos obedecieron a Jesús y la pesca fue abundante".
Doná a AICA.org
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, compartió con su comunidad diocesana unas reflexiones sobre el pasaje del Evangelio en el que se narra la tercera aparición de Jesús resucitado. Fue cuando los apóstoles, que eran pescadores, no conseguían pescar esa noche, y al verlos el Señor les ordenó que Ellos obedecieron a Jesús y la pesca fue abundante".Monseñor Frasia comentó que es "es una de las experiencias más lindas donde está el esfuerzo humano; estos pescadores avezados, conocedores, fueron a pescar y esa noche no consiguieron nada; está también la fuerza de Dios, Jesús está allí, y sabiendo la dificultad de los pescadores les dice que tiren la red, en este caso, a la derecha y ellos obedecieron".



"Esto nos afirma dos cosas -señaló el prelado-: la primera, que Jesús ya definió la historia, Él es el resucitado y como está resucitado también nosotros vamos a resucitar. En segundo lugar, contando con su fuerza tenemos que saber que debemos seguir luchando pero creyendo en la victoria del Resucitado. Aparece sobre el muelle de nuestra existencia y cada día reemprendemos la lucha contra el mal, pero llegando a ser anunciadores-testigos de su resurrección".

"Muchas veces -prosiguió diciendo- nos encontramos con obstáculos internos, externos, adversidades, persecuciones, incomprensiones, mentiras, corrupciones y muchas veces "se embarra la cancha" para que no se llegue a destino, pero está la luz y la fuerza de Jesucristo; en Él tenemos que confiar, apoyarnos y con Él tenemos que seguir luchando".

"Pero esta iluminación no es meramente individual; somos iluminados por la fe, encendidos del deseo del bien, pero también es necesario insertarse en las instituciones, en los lugares de influencia, para que de alguna manera los criterios sean firmes, para hacer una sociedad más justa, más fraterna y que no se excluya a nadie", concluyó.+