Viernes 26 de abril de 2024

Misa de la Renovación Carismática y oración ecuménica

  • 14 de septiembre, 2015
  • Buenos Aires (AICA)
Numerosas personas colmaron este sábado 12 de septiembre la catedral de Buenos Aires durante la misa anual de la Renovación Carismática Católica (RCC) y participaron en la Plaza de Mayo de la oración por la Argentina impulsada por Creces. "Hemos recibido una llamada: el papa Francisco está espiritualmente con nosotros, nos bendice y recuerda con profundo afecto al padre Alberto", transmitió Julia Torres ante un templo colmado. La misa fue presidida por el cardenal Mario Poli, quien luego también participó del momento de oración junto con otros referentes católicos y evangélicos que rezaron por los excluidos del país y del mundo.
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Numerosas personas colmaron este sábado 12 de septiembre la catedral de Buenos Aires durante la misa anual de la Renovación Carismática Católica (RCC) y participaron en la Plaza de Mayo de la oración por la Argentina impulsada por la Comunión Renovada de Evangélicos y Católicos por el Espíritu Santo (Creces).

La misa fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, y concelebrada por el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario de Pastoral, monseñor Enrique Eguía Seguí, y unos veinte sacerdotes.

Recuerdo y llamado del Papa
Durante la celebración eucarística se recordó al sacerdote jesuita Alberto Ibáñez Padilla, el impulsor de la Renovación Carismática en la Argentina fallecido el 9 de septiembre.

Antes de la misa, hicieron memoria de la figura del religioso referentes de la RCC y Creces que lo conocieron y experimentaron su fidelidad al Evangelio, la obediencia a sus superiores y su alegre carisma al servicio: Julia Torres, Pino Scafuro, el presbítero Fernando Gianetti y el pastor evangélico Jorge Himitian.

"Hemos recibido una llamada: el papa Francisco está espiritualmente con nosotros, nos bendice y recuerda con profundo afecto al padre Alberto", transmitió Torres ante una catedral colmada.

Persecución en Siria: Testimonio de la Hermana Guadalupe
Un momento muy emotivo lo encarnó el testimonio de la hermana Guadalupe Rodrigo, misionera argentina en Medio Oriente desde hace 18 años. "Desde hace 4 años vivimos codo a codo con los mártires de nuestro tiempo, los que el Espíritu Santo sigue suscitando", dijo la religiosa del Instituto de Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, de la familia del Verbo Encarnado.

En la homilía, el cardenal Poli llamó a seguir a Jesús, aceptar la cruz y "cirenear".

"Cuando Jesús anuncia su pasión revela quién es, verdaderamente quién es Jesús: el que cumple la voluntad de Padre hasta beber el cáliz que le dio a beber el Padre en la noche aciaga de su pasión. Padecer, morir en la cruz y resucitar", precisó.

El purpurado porteño afirmó que seguir a Jesús "no es una actitud de ponerse a la cola, el seguimiento es una antigua institución de la Iglesia. Es no sacarle el cuerpo, no hacernos los distraídos cuando tenemos que hablar de Jesús, seguirlo significa misionar, evangelizar".

"Seguirlo significa también dar la cara por Él, no arrugarme, no ser pusilánime, cuando se trata de defensa del evangelio, con humildad", sostuvo.

Durante la Comunión, dos cantantes coreanas, vestidas según las ancestrales tradiciones de su cultura, animaron a los fieles a acercarse al altar. Lo hicieron la artista plástica Regina Jung Jin Young y la actriz An Ra Chung, protagonista de la película "Una canción coreana".

Al finalizar la misa y antes de cruzar la plaza para participar de la oración por la Argentina organizada por Creces, el cardenal Poli recibió la bendición de la asamblea y los sacerdotes presentes, del mismo modo que en su momento lo hizo el cardenal Jorge Bergoglio.

Unidos en oración por la Argentina
Sobre un escenario montado mirando hacia el Cabildo de Buenos Aires, hubo momentos de música en vivo animada por el presbítero Adrián Santarelli, de la diócesis de San Isidro.

Varios referentes de Creces y adherentes a este impulso ecuménico renovado en el Espíritu Santo, guiaron la oración comunitaria: Pino Scafuro, la hermana Guadalupe, José Luis Piccone, Elba Somoza, el presbítero Fernando Gianetti, el pastor Jorge Himitian, el pastor Omar Cabrera Jr., Ángel Negro, Amalia Quiroga, Luis Leal y Sebastián Golluccio.

Católicos y evangélicos rezaron juntos por la niñez en riesgo en toda la Tierra y para que todo argentino "sea respetado, amado, querido por poseer la dignidad de hijo de Dios". También se agradeció a "este país fantástico, esta tierra próspera que puede producir alimentos para miles de millones de personas".

El pastor Himitian destacó que "es una fecha apropiada para rezar por nuestro país, por las futuras autoridades que serán elegidas para regir los destinos de nuestra nación". "¿Qué vamos a pedir hoy?", preguntó Himitian: "que se haga su reino aquí en la Tierra". E hizo una reflexión que se ganó los aplausos: "¿Cómo sería este país sin narcotraficantes y trata de personas? ¿Es una utopía? Sí, pero para Dios no hay utopías".

A su turno, el cardenal Mario Poli oró con la multitud: "Hoy estamos juntos los cristianos que creemos en la fuerza poderosa de la oración. Hay mucha gente orante en las casas, los talleres, las oficinas, cárceles, los hospitales, el transporte público? No estamos solos. Unimos nuestras voces por los que amamos la patria".

"El gran pecado de la Argentina es la falta de fraternidad, de no reconocernos como hermanos. A veces nos tratamos como enemigos, mesas de diálogo que parecen batallas. Recemos para que Dios nos dé un corazón pacífico, de cultura de encuentro. Quiero sumarme a la oración del pueblo orante, que asuma el compromiso por bien común", y todos rezaron el Padrenuestro.

La oración final estuvo a cargo del presbítero Santarelli: "Lleven la bendición y que la vida de mi hermano sea una bendición. Somos seres humanos en construcción. Este mundo es casa de todos y lo hacemos con amor. Amén, aleluya, gloria a Dios", rogó.+ (Virginia Bonard)