Viernes 19 de abril de 2024

Los obispos invitan a los hondureños al diálogo y a la reconciliación nacional

  • 13 de octubre, 2022
  • Tegucigalpa (Honduras) (AICA)
Mensaje final de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH). Los obispos esperan que "una convivencia pacífica germine en el corazón de los hondureños".
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Los obispos de Honduras expresaron aprecio por el clima de paz y el sentido cívico con que el pueblo hondureño ha vivido la transición al nuevo gobierno, junto con la preocupación -siempre marcada por la esperanza cristiana- ante algunos problemas que siguen aquejando al país. 

“Les saludamos a todos ustedes, fieles católicos, en la esperanza de ‘caminar juntos’ como Pueblo de Dios, y extendemos nuestro saludo a todos los ciudadanos de buena voluntad, que también quieren y trabajan por una Honduras renovada” escriben en el mensaje final de su Asamblea Plenaria.

Durante la reunión, los obispos analizaron la realidad del país, e invitaron a los hondureños a “caminar por la ruta del diálogo y la reconciliación, escuchando los diversos pareceres, respetando las iniciativas y evitando descalificar a los demás, si no están de acuerdo”. 

Los prelados exhortaron a sus conciudadanos a “no caer en la práctica del llamado ‘pensamiento único’” y a unificar esfuerzos en acciones concretas: “Sólo si hacemos así podremos mirar hacia adelante, hacia el futuro de Honduras, con un proyecto de nación en beneficio de todos, especialmente de los más necesitados”.

En primer lugar los obispos piden solidaridad y que se haga todo lo posible “ante la situación de la población damnificada por las inundaciones y por los deslizamientos de los terrenos habitacionales, y ante las pérdidas de cosechas y bienes materiales en muchas zonas del país”. Además de la situación de tantos ciudadanos, los obispos están entristecidos por “la irresponsabilidad de las autoridades que tienen el deber de la prevención para evitar que se repitan estas desgracias” y por la falta de una respuesta inmediata y eficaz de ayuda concreta.

El segundo aspecto sobre el que llaman la atención es el fenómeno de la corrupción, que, según la Doctrina Social de la Iglesia, socava el buen funcionamiento del Estado, genera desconfianza en las instituciones públicas y en la política, y debilita las instituciones. Este grave problema, subrayan, que debería haberse resuelto hace tiempo, y ahora exige la mayor determinación posible en la lucha contra la corrupción. 

“Llamamos a toda la sociedad a no permanecer indiferente ante la injusticia” escriben los obispos, que consideran absolutamente necesario que “el sistema de justicia respete y responda a los derechos que la sociedad hondureña y todo ser humano tiene”. En este sentido piden que “sea respetada y se autorrespete” la Junta Nominadora, encargada de seleccionar a los mejores candidatos a magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), y que “sea firme en rechazar cualquier intento de manipulación”. 

En el último punto de su mensaje, dedicado al Parlamento Nacional, los obispos subrayan la necesidad de que los ciudadanos exijan a sus representantes en el Parlamento, “escuchar la voz de la mayoría del pueblo, un ejercicio recto de la justicia”. También piden que se ponga fin a la incertidumbre sobre la legitimidad o no del consejo directivo del Congreso Nacional, pidiendo a los órganos encargados de esta tarea que resuelvan la cuestión, para “contribuir a la correcta trayectoria democrática del país”.

“El pueblo hondureño – concluyen los obispos – conserva en su corazón muchas otras esperanzas, a pesar de los signos desalentadores que vemos. Necesitamos muchas pequeñas semillas que hagan brotar una economía justa y beneficiosa, una convivencia pacífica y solidaria. Necesitamos posibilidades que se conviertan en realidades; realidades que mantengan viva y activa esta esperanza”.+