Jueves 31 de julio de 2025

Encuentro jubilar de la Vida Consagrada de la región Centro

  • 31 de julio, 2025
  • Córdoba (AICA)
Se realizó en la ciudad de Córdoba y participaron representantes de las diócesis que componen esa región pastoral. La reflexión estuvo a cargo del cardenal Ángel Rossi.
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El Colegio Taborín de la ciudad de Córdoba fue epicentro del encuentro de la Vida Consagrada de la región Centro, que se llevó a cabo el 26 de julio y congregó a religiosos y religiosas de la arquidiócesis de Córdoba; de las diócesis de Cruz del Eje, Río Cuarto, San Francisco, Villa María; y de la prelatura de Deán Funes. 

Después de la bienvenida y oración inicial, se recibió y proclamó la palabra de Dios. La reflexión estuvo a cargo del arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ, quien hizo una semblanza del legado del papa Francisco al que definió como "un discernidor que nos recordó que el objetivo de la Iglesia es ser madre que escucha, tutela, protege y cuida".

"'Cuidar' en general es una palabra que lo define, y que él encuentra plasmada en la figura de san José", dijo.

El purpurado recordó que, como afirma uno de los autores que escribió sobre Francisco, "ya no somos los mismos después de su paso por nuestra historia".

"Uno de los verbos más dichos por Francisco -continuó Rossi- fue 'cuidar' y muchas veces se expresó en gestos, gestos y más gestos que no los inauguró con su pontificado, los heredó de Jorge Bergoglio".

Dirigiéndose a los consagrados, el cardenal Rossi les preguntó: "¿Es realmente el Señor el primero y único amor, como nos hemos propuesto cuando profesamos nuestros votos?". También se detuvo en la palabra "compunción" usada por Francisco y a la que definía como "la capacidad de dejarse traspasar el corazón".


El arzobispo cordobés también desarrolló la idea de agacharse y servir, como Jesús lavando los pies en la Última Cena. "Pero esto -aseguró- será imposible sin un encuentro personal, íntimo, prolongado con el Señor". 

El arzobispo de Córdoba concluyó su reflexión recordando que Francisco decía que las notas que caracterizan a la vida consagrada son la alegría y la profecía.

"Damos gracias al Señor por la sonrisa de los consagrados, por sus hechos y palabras que nos dan la alegría de la Buena Noticia", subrayó.

Luego hubo unos minutos para compartir el eco de lo escuchado y se hizo memoria agradecida por la vida del papa Francisco y el padre Mamerto Menapace. Antes de terminar la jornada, los religiosos y religiosas se pusieron bajo el amparo de María, Madre de Luján y recibieron la bendición final del cardenal Rossi.

Entre diversos anuncios, representantes de la arquidiócesis de Córdoba anunciaron que la misión jubilar de los consagrados por los barrios de la ciudad y la diócesis de Cruz del Eje se desarrollará los días 13 y 14 de septiembre próximos.+