La comunidad jujeña celebró los 250 del curato de Río Negro

El obispo de Jujuy, monseñor Daniel Fernández, presidió la misa por el aniversario de esa comunidad parroquial, que hoy se denomina San Pedro de Río Negro y cuenta con una rica historia.

El obispo de Jujuy, monseñor Daniel Fernández, celebró, el viernes 22 de septiembre, la misa por los 250 años del Curato del Río Negro, cuya denominación actual es parroquia San Pedro de Río Negro y está ubicada en la ciudad jujeña de San Pedro.

La Eucaristía fue concelebrada por el párroco local, presbítero Daniel Baca. Contó con una gran concurrencia y se dio gracias a Dios por este aniversario histórico.

Historia del Curato del Río Negro
Encontrándose en la Ciudad de San Salvador de Jujuy, su Señoría llustrisima Juan Manuel Moscoso y Peralta, obispo de la Gobernación del Tucumán en tiempos del Gobernador don Geronimo Matorras, ante la necesidad de dar asistencia espiritual a la gente que se iba radicando en las inmediaciones de los Fuertes de Rio Negro y Ledesma, para evitar que tuvieran que ir hasta Jujuy para casamientos, óleos, velorios y demás funciones eclesiásticas, se creó en pleno Chaco Jujeño, el 22 de setiembre de 1773, el curato del Río Negro, separándose así esta jurisdicción de la parroquia de Jujuy.

Los límites del curato eran: por el norte, hasta el Fuerte Ledesma inclusive; por el sur, llegaba hasta San Lucas, comprendiendo los Fuertes San Bernando, Santa Bárbara y Lavayén, y las Estancias de San Borjas, Potrero del Rey y Normenta, y todos los territorios intermedios. En la actualidad, esos territorios conforman los Departamentos de San Pedro, Ledesmay Santa Bárbara.

En 1777, se expresaba que no había ninguna capilla en toda esa región.

Primera capilla
El 8 de julio de 1793, con aportes fundamentales de Don Martín de Otero, se inauguró un templo de 64 m2, que estaba ubicado junto a la casa principal de la hacienda San Pedro, el cual tenía un dintel hecho de madera que en la actualidad está empotrado en el hall de acceso al actual Templo, y que dice: "Honra y Gloria de Dios y Devoción de Don Martín de Otero".

Segunda capilla
En 1880, el 16 de julio, en tiempos de Miguel Francisco Aráoz, se dio principio a la construcción de una nueva capilla, situada en el costado sur de la casa hacienda, bajo la advocación de la Purisima e Inmaculada Virgen Maria. Sin embargo a pesar de las expectativas creadas y la colaboración de los vecinos e instituciones, la obra no prosperó.

En 1899, los Hermanos Leach, que habían adquirido la propiedad, la remodelaron, siendo necesario en 1910 demoler el viejo oratorio.

En su reemplazo, facilitaron para el culto una habitación que era un antiguo depósito de azúcar, ubicado frente a la casa hacienda, calle de por medio, hoy en la esquina de las calles 9 de Julio y Miguel Aráoz. Esta nueva capilla media 7 metros de frente por 14 metros de lado.

Templo actual
A principios de 1900, el pueblo de San Pedro sentía la necesidad de la construcción de un nuevo templo. La capilla que poseían resultaba pequeña para la población en constante crecimiento, y era un edificio cuyas paredes de adobe se hallaban en mal estado de conservación y con amenaza de derrumbe.

Los habitantes del pueblo, junto al sacerdote Luis María Lorber, formaron dos comisiones pro-templo, una de damas y otra de caballeros. Ambas, cursaron notas a las autoridades nacionales y provinciales, y a personas influyentes de la provincia, solicitando ayuda para la construcción de un nuevo templo en la localidad.

El 11 de junio de 1916 se coloca la piedra fundamental del templo, labrada en mármol {onix de la finca Las Cañadas y cuyo autor fue Fernando Sembenelli. Ofició de padrino el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mariano Antonio Espinoza. Firmaron un pergamino recordatorio el obispo de Salta, monseñor José Calixto Gregorio Romero; el cura vicario, Luis María Lorber; y el presidente de la comisión municipal, Vicente Cabrera.

Estuvieron presentes altas autoridades provinciales y de la municipalidad, los Hermanos Leach y los habitantes de las localidades de La Esperanza, La Mendieta y los Lotes. Los asistentes recibieron una medalla de cobre recordatoria.

Los hermanos Leach hicieron labrar una réplica de una cuchara de albañil en plata con mango de marfil como recordatorio, que lleva grabada: "Recuerdo de la colocación de la piedra fundamental del Templo de San Pedro de Jujuy. 11 de Junio de 1916".

El templo a construirse fue considerado como obra patriótica-religiosa, un monumento conmemorativo a la Independencia de la Argentina en su primer centenario y en honor del clero argentino, que desempeñó un papel brillante y principal en dicha proclamación.

El 12 de ficiembre 1917, el obispo de Salta, monseñor Gregorio Romero dictó la resolución aprobando los planos de la iglesia de San Pedro. A su vez, nombró la comisión pro-templo y exhortó al pueblo de San Pedro, sin distinción de clase social, a contribuir en la obra.

La edificación del templo comenzó en febrero de 1918 bajo la dirección del padre Luis María Lorber, quien contaba con la colaboración de Normando y Gualterio Leach. En mayo de 1924 se reorganizó la comisión; en 1925, fue designado el padre Antonio Romero; y en las fiestas patronales de ese año, se celebró la misa solemne del santo patrono en el templo en construcción.

El 28 de junio de 1927, durante los 3 días de festejos, se hizo la bendición e inauguración de la nave central del templo. Dirigió el solemne acto el obispo de Salta, monseñor Julio Campero.

Cuando fue trazado el primitivo plano del pueblo de San Pedro (1885), los dueños de la tierra, los hermanos Aráoz, destinaron los lotes 2 y 3 de la manzana 18 para la iglesia, los que luego pasaron a propiedad fiscal. En 1928, el gobierno provincial dio el título definitivo del dominio a favor de la Curia. En 1925, se dividió el curato del Río Negro y quedó con la denominación actual: parroquia San Pedro de Río Negro.

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