Viernes 22 de noviembre de 2024

Juan Pablo I será beatificado por el Papa el 4 de septiembre de 2022

  • 23 de diciembre, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El pasado 13 de octubre se promulgó el decreto que reconoció la curación milagrosa (ocurrida en Buenos Aires) atribuída a la intercesión del Papa Albino Luciani.
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El papa Juan Pablo I será beatificado en San Pedro por el papa Francisco el domingo 4 de septiembre de 2022. Tras la promulgación del decreto, el pasado 13 de octubre, sobre la curación milagrosa (ocurrida en Buenos Aires) atribuida a la intercesión del papa Luciani, la Congregación para las Causas de los Santos anunció hoy la fecha de la beatificación del pontífice veneciano que permaneció en el trono petrino sólo un mes, pero para siempre en el corazón del pueblo.

La fecha de la ceremonia, que será presidida por el Papa, fue comunicada al postulador de la causa de canonización, cardenal Beniamino Stella y a monseñor Renato Marangoni, obispo de Belluno-Feltre, diócesis donde el 23 de noviembre de 2003 se abrió la causa y se cerró el 9 de noviembre de 2017 con la proclamación de las virtudes heroicas.

Sexto pontífice beato
Como recuerda la vicepostuladora, Stefania Falasca en el diario Avvenire, Juan Pablo I es el sexto de los papas del siglo XX para quien se introdujo la causa de beatificación y canonización, que ya llevó al culto de la Iglesia universal a Pío X, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II.

Francisco, con el decreto del 13 de octubre de 2021, había reconocido el milagro de una curación extraordinaria atribuida a la intercesión del Pontífice. Según la legislación canónica vigente, será necesario esperar el resultado de otro proceso de Supermiro posterior a la beatificación para proceder a la canonización.

Historia de la causa
Ya inmediatamente después de su muerte, ocurrida el 28 de septiembre de 1978, comenzaron a llegar solicitudes de canonización de todo el mundo a la diócesis natal de Juan Pablo I. Con una iniciativa que partía desde abajo, también se había puesto en marcha una recogida de firmas que involucraba a varios países a nivel internacional, entre ellos Suiza, Francia, Canadá y Estados Unidos. 

En 1990, los 226 obispos de la Conferencia Episcopal Brasileña también firmaron una petición solicitando la introducción de la causa a Juan Pablo I. 

La investigación diocesana sobre el carácter heroico de la vida, las virtudes y la reputación de santidad -recuerda Avvenire- se inició sin embargo de 2001 a 2004 durante el ministerio del salesiano Vincenzo Savio, como obispo de Belluno-Feltre, quien, en 2003, formalmente solicitó el consentimiento para la implantación del proceso no en el vicariato de Roma, sede natural por competencia, sino en la diócesis natal de Belluno-Feltre, explicando ampliamente las razones que le habían llevado a dar este paso. 

El 17 de junio de 2003 la Congregación para las Causas de los Santos concedió el nihil obstat.

La apertura del proceso
El 23 de noviembre de 2003, veinticinco años después de la muerte de Juan Pablo I, se celebró solemnemente la apertura del juicio en la catedral basílica de Belluno. 

El postulador general de la Familia Salesiana, don Pasquale Liberatore, fue nombrado postulador de la causa, por cuya muerte, en 2003, el obispo nombró como adjunto a monseñor Giorgio Lise y en 2004 al salesiano don Enrico dal Covolo como postulador. 

El tribunal eclesiástico para la investigación diocesana comenzó a funcionar el 22 de noviembre de 2003 y concluyó su labor tres años después. 

En las 203 sesiones del proceso diocesano se interrogó a 167 testigos.

El 9 de noviembre de 2007, al examinar los documentos recibidos, el Congreso Ordinario de la Congregación para las Causas de los Santos observó que la documentación recibida presentaba varias lagunas. Para adquirir esta documentación, el Dicasterio solicitó una investigación adicional. 

El 25 de marzo de 2008, el obispo de Belluno-Feltre, Giuseppe Andrich, estableció el tribunal para la investigación diocesana complementaria y asignó la tarea a la doctora Stefania Falasca. Sólo después de la entrega de estos documentos de archivo, el 13 de junio de 2008, se reconoció por decreto la validez formal de los actos de la investigación diocesana. Así comenzó la fase romana del proceso, que incluyó, entre otras cosas, el dossier que incluye todo el cuerpo de pruebas documentales y testimoniales que deben demostrar el carácter heroico de la vida, virtudes y fama de santidad del pontífice.

El 27 de junio de 2008, el padre Cristoforo Bove fue designado como relator de la Causa, mientras que la tarea de redactar la Positio fue encomendada a Falasca quien, a partir de 2012, estuvo acompañada por el sacerdote nativo de Canale d'Agordo, Davide Fiocco, teólogo y maestro de patrología. 

Al fallecer el padre Bove, la causa fue encomendada al padre Vincenzo Criscuolo, relator general de la misma Congregación para las Causas de los Santos, quien continuó el trabajo realizado solicitando las oportunas investigaciones tanto para la parte documental como para la testimonial. Además, la tardía apertura de la causa había comprometido la adquisición de valiosos relatos de testigos presenciales, y había dado lugar a una cierta dispersión de material documental, para lo cual se requería una cuidadosa investigación.

El testimonio de Benedicto XVI
Entre 2008 y 2015 se adquirieron entonces las declaraciones extraprocesales de otros 21 testigos, con especial referencia al período del pontificado y a la muerte de Juan Pablo I, de los que el testimonio del papa Benedicto XVI es de suma importancia. Por su unicum histórico, hasta ahora, ya que fue la primera vez que un pontífice emitió un testimonio de vida sobre un predecesor. A la luz de las nuevas adquisiciones documentales, también se hizo un esfuerzo considerable en la recuperación y transcripción crítica de textos inéditos, gracias también al valioso aporte de las nietas, Lina Petri y Pia Luciani.

Más de 3 mil páginas de "Positio"
El 16 de octubre de 2015, el obispo de Belluno-Feltre nombró al cardenal Beniamino Stella, natural de la diócesis de Vicenza, nuevo postulador de la Causa, a quien el mismo Albino Luciani había iniciado en la Pontificia Academia Eclesiástica. 

El 17 de octubre de 2016, con la entrega de la Positio en la Congregación, compuesta en cinco tomos para un total de más de 3.600 páginas, se concluyó el trabajo científico y editorial que duró ocho años y se inició el juicio final por parte del Congreso de Consultores, teólogos y el ordinario de cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos. Ambos dieron su voto positivo unánime en 2017. 

La Causa terminó con el decreto del Papa, el 8 de noviembre de 2017, que proclamó las virtudes de Juan Pablo I.

El reconocimiento del milagro
A fines de noviembre de ese mismo año se concluyó también la investigación diocesana realizada en 2016 en la diócesis argentina de Buenos Aires (ver noticia en AICA) por un caso de supuesta curación extraordinaria que se produjo por intercesión de Luciani en 2011 a favor de una niña que padecía una forma grave de encefalopatía. 

Llegada a la fase romana, el caso pasó a discusión del Consejo Médico que el 31 de octubre de 2019 estableció que se trataba de una recuperación científicamente inexplicable. El 6 de mayo de 2021, el Congreso de Teólogos también se pronunció positivamente y el proceso "super miro" finalizó el 5 de octubre de 2021 con el voto positivo de la sesión ordinaria de cardenales y obispos. Luego, con el decreto del 13 de octubre de 2021, el milagro fue reconocido por el papa Francisco.+