Francisco saludó a los periodistas a bordo del vuelo papal
- 3 de septiembre, 2024
- Yakarta (Indonesia) (AICA)
Acompañado por su vocero, Matteo Bruni, el pontífice saludó a los 85 periodistas del mundo que lo acompañan en visita apostólica a Asia y Oceanía.
"Gracias por este viaje, gracias por la compañía, creo que es el viaje más largo, ¿no?", dijo el Papa Francisco, micrófono en mano, a los 85 periodistas del mundo que lo acompañaron a bordo del vuelo que lo llevó a Indonesia para iniciar su visita apostólica, que también lo llevará a Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
Media hora después del despegue el Papa apareció en la parte trasera del avión para saludar a sus compañeros de viaje, acompañado de su vocero, Matteo Bruni. Luego, fuera de lo previsto, caminó por el pasillo de la izquierda y de regreso por el de la derecha, deteniéndose para estrechar manos e intercambiar un saludo personal con cada periodista, editor, camarógrafo y videasta a bordo.
Con la ayuda de su asistente, Salvatore Scolozzi, que se ocupa de la prensa durante el viaje, presentó a los recién llegados y recordó, uno por uno, los nombres y las publicaciones de los veteranos.
Francisco tenía una palabra para cada uno. Algunos pidieron oraciones por amigos en dificultades, algunos ofrecieron sus rosarios para que los bendijeran, otros trajeron un regalo para el Santo Padre, como la antorcha de un barco de rescate de migrantes que ayudó a un grupo de migrantes a encontrar un lugar seguro en la oscuridad de lo desconocido.
Un regalo que pareció apreciar especialmente fue la camiseta de un niño que fue apuñalado hasta la muerte en España hace apenas unas semanas mientras jugaba al fútbol con sus amigos.
Los prejuicios, el miedo y los discursos de odio habían apuntado sin fundamento a la implicación de un migrante norteafricano refugiado en las cercanías, señalándolo como el asesino y dando vida a una oleada de odio y xenofobia hasta que las investigaciones policiales llevaron al verdadero culpable -un hombre local con problemas psiquiátricos- y se proclamó públicamente la inocencia del migrante.
"Tengo a los migrantes en el corazón", comentó Francisco, que el miércoles pasado en la audiencia general recordó que "es un pecado grave" rechazar, con políticas especiales, a quienes escapan de sus países debido a miseria, guerra o persecuciones. Y que antes de partir, esta tarde, como siempre recibió en Santa Marta, su hogar en el Vaticano, a quince sin techo, acompañados por cardenal polaco Konrad Krajevski, limosnero pontificio.
Stefania Falasca, periodista italiana que conoce desde hace años y que trabaja para un medio chino, le regaló el calco en papel de una inscripción del siglo VI que habla del cristianismo en la superpotencia en chino. Con su sentido del humor porteño siempre intacto, entonces el Papa bromeó: "hay un error ahí", según contó la periodista argentina, Elisabetta Piqué, del diario La Nación, único medio argentino presente en el vuelo.
Arthur Herlin, de París Match, le dio una carta en la que un famoso fotógrafo de guerra de su revista, Patrick Chauvel, de más de 70 años pero aún activo en conflictos como el de Ucrania, le anuncia su intención de regalarle al Vaticano unas fotos históricas y únicas que sacó al entones arzobispo de San Salvador, ahora santo, Oscar Arnulfo Romero, poco antes y después de haber sido asesinado por un escuadrón de la muerte justo cuando estaba celebrando misa, el 24 de marzo de 1980. "Era el único que estaba ahí y luego logró entrar al hospital", precisó. El Papa se mostró muy interesado.
La recorrida, nada fácil, por los pasillos del Airbus para saludar a los periodistas duró casi media hora. "Fue heroico", comentó el vaticanista del Corriere della Sera, Gianguido Vecchi, asombrado, como el resto de los presentes de la energía y determinación de Francisco.+