Miércoles 27 de noviembre de 2024

Francisco recibió a un refugiado camerunés, sobreviviente de violencia y naufragios

  • 22 de julio, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa Francisco recibió en su residencia de Santa Marta a Bentolo, un joven refugiado camerunés, exprisionero en los campos de detención libios donde llevó consuelo a sus compañeros moribundos.
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El Papa Francisco tuvo la oportunidad de cumplir su deseo de conocer y abrazar a Bentolo, un joven camerunés que en 2020 se enfrentó a un conflicto en su país. En la encrucijada de luchar o huir, eligió la segunda opción, para no ceder a la lógica del odio. Su huida, como la de miles de emigrantes africanos, estuvo marcada por la violencia, el encarcelamiento y los naufragios; y por el dolor de ver a sus compañeros sucumbir bajo la tortura.

El pontífice recibió a Bentolo en audiencia privada, este viernes 21 de julio, en su residencia de Santa Marta, junto a una delegación de Mediterranea Saving Humans, la ONG fundada por Luca Casarini, que hizo posible que el chico comenzara una nueva vida; una vida diferente, una vida mejor o simplemente una vida. 

Participaron de la audiencia el padre Mattia Ferrari, capellán de Mediterranea, Kátia Lôbo Fitermann, la hermana Adriana, el capellán de Spin Time Labs, una de las bases romanas de Mediterranea, y el periodista de Avvenire Nello Scavo, a quien Francisco agradeció su labor como enviado en las zonas más calientes del mundo.

Según relató el propio Scavo en el periódico del episcopado italiano, el viacrucis de Bentolo en Libia, capturado por traficantes y vendido a guardias estatales que lo llevaron a un campo de prisioneros oficial en Zawiyah, bajo el control de la milicia al-Nasr y la banda del mayor de la guardia costera Abdurahman al-Milad, y luego a Zuara. En uno de los centros de detención, el muchacho camerunés encontró a otros refugiados cristianos subsaharianos, algunos de ellos moribundos tras meses de torturas y privaciones.

Cerca de sus compañeros moribundos
Desde Libia, el chico consiguió ponerse en contacto con algunos activistas de derechos humanos, a los que llegó a través de un teléfono móvil que los presos habían escondido. Y, a través de los activistas, se contactó con el padre Mattia Ferrari, a quien pidió "una palabra de consuelo para estos hermanos que están muriendo". El sacerdote de Módena pudo rezar con los jóvenes presos, acompañando a uno de ellos hasta la muerte. De este modo", recuerda Bentolo a Avvenire, "Sami murió con el consuelo de una bendición, y esto le dio cierta serenidad antes de dejarnos".

El rastro de Bentolo se perdió entonces. "Temíamos que se lo hubiera tragado el sistema criminal libio", explica el padre Ferrari, "o que hubiera muerto en el mar". Entonces, un día, el barco de rescate de la organización humanitaria alemana Sea Watch intervino en el Mediterráneo central y salvó a decenas de refugiados que habían caído al agua desde una embarcación. Entre ellos estaba el propio Bentolo que, una vez desembarcado en Italia, intentó de nuevo localizar al padre Ferrari. Ahora, luego de lograrlo, se encuentra en un centro de acogida.

'Curado' por el abrazo del Papa
De todas esas heridas, sin embargo, Bentolo dijo haberse 'curado' al encontrarse con el abrazo del Papa, que había sido informado en las últimas semanas de la dolorosa historia del joven. "Estaba esperando encontrarme con usted. Su gesto me conmovió", dijo el joven al pontífice. Y tomándolo de la mano, aseguró: "Ahora llamaré a mis amigos aún encarcelados en Libia y les enviaré la bendición del Papa".

'Cuando Bentolo se puso en contacto con nosotros desde Libia, hace más de un año, pensé que nunca lo vería', dice Don Ferrari en su publicación en las redes sociales. "Tantas personas me han enseñado siempre que, cuando se ama, hay que luchar hasta el final, y que si estamos hasta el final, suceden milagros". Bentolo luchó y acabó llegando a Europa. "No sólo está aquí, sino que hoy ha visto cumplido su sueño de conocer al Papa Francisco. Parecía un sueño imposible y es una realidad".

Francisco, a la escucha
Francisco, cuenta el capellán, no sólo quiso conocer al joven camerunés, "sino que lo escuchó de verdad, su experiencia, sus deseos". Lo que más impresionó al Papa fue el hecho de que Bentolo, subraya Ferrari, "continuó amando y estando cerca de sus compañeros en dificultad, incluso mientras estaba en Libia, en una situación terrible".

El capellán informó, además, según detallan los Medios Vaticanos, que durante la audiencia con el Papa también se mencionó la "situación inhumana" que viven muchos otros migrantes en Túnez y Libia. Un drama representado por la fotografía, difundida en las últimas horas en la red, de una mujer con su hija de 5 años a su lado, muerta en el desierto de hambre, calor y sed. Una imagen que incluso el Papa tuvo ocasión de ver y ante la que expresó su dolor.+

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