España: los obispos celebran una misa por las víctimas de la DANA
- 20 de noviembre, 2024
- Madrid (España) (AICA)
"Dios no los abandona", afirmó en su homilía el obispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, al presidir la Eucaristía en la catedral de la Almudena de Madrid, concelebrada por otros 107 prelados.
El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, presidió este martes la misa que la Conferencia Episcopal Española (CEE) celebró en la catedral de la Almudena de Madrid, para rezar por todos los afectados por la DANA, tanto los de Valencia, como los de Albacete y Cuenca. La Eucaristía estuvo concelebrada por los 107 obispos del resto de España que participan de la Asamblea Plenaria de otoño, a los que se sumó el nuncio, monseñor Bernardito Auza.
"Cuando pensamos en los fallecidos y en sus familias, que quedaron rotas, en las personas que perdieron sus casas, su trabajo, nuestros sentimientos son tan profundos que las palabras parecen insuficientes para decir un mensaje de esperanza", reconoció monseñor Benavent al inicio de su homilía.
A pesar de ello, ha expresado su deseo de "que la presencia y la oración de todos los obispos que hoy nos hemos reunido para celebrar esta Eucaristía", aprovechando la presencia de los prelados en la Asamblea Plenaria de la CEE, "ayuden a sobrellevar con más esperanza estos momentos, a mitigar el terrible sufrimiento que están pasando".
Por ello, "deseamos que la cercanía y la solidaridad de la Iglesia los conforte y el sufrimiento se vea compensado por el afecto de todos". Pero los cristianos, añadió el prelado, "no nos podemos limitar a compartir el dolor. Si nos quedáramos en esto, seríamos los más desgraciados de todos los hombres. Queremos, ante todo, compartir la esperanza".
En ese sentido, el arzobispo de Valencia parafraseó al Papa, cuando en la bula con la que convocaba el Jubileo 2025 decía que "las obras de misericordia son obras de esperanza", y añadió que "los cristianos no podemos ocultar que nuestra esperanza tiene un nombre: Cristo".
Por último, antes de invocar a la Virgen de los Desamparados -porque "junto a la Cruz de Jesús está su madre"-, el arzobispo pidió "que todos los afectados tengan también la certeza de que Dios no dejó de amarlos y de que no han sido abandonados por Él". Y aseguró que "el encuentro con el Señor y con su amor, en cualquier circunstancia, puede convertirse en un acontecimiento de gracia, porque puede ayudarnos a reconocer nuestra pobreza y nuestra pequeñez, y a encontrar la alegría en el Señor".
Saludo del presidente de la CEE
A la celebración, en una catedral repleta de fieles madrileños, acudieron también diversas autoridades civiles y religiosas. Entre los asistentes, se encontraban la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; la directora general de Libertad Religiosa, Mercedes Murillo; y otros representantes de distintos partidos políticos, congregaciones religiosas y cuerpos de seguridad del Estado. También participó Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española, y algunos representantes internacionales, como el embajador de la Orden de Malta en España, Jean-Marie Moussi.
Al inicio de la Eucaristía, el presidente de la CEE y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, destacó la importancia "de la caridad personal desde la cercanía", desde "la ayuda concreta", a las personas que sufrieron los efectos de la DANA y también la "caridad social y política, imprescindible a la hora de abordar la reconstrucción y el cuidado".
Tras agradecer al cardenal José Cobo la acogida de la celebración y al arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, quien presidió la celebración, monseñor Argüello quiso recordar las localidades de Albacete y de otros lugares de España que también sufrieron las inundaciones. "Juntos, desde la débil fe, queremos sentirnos convocados en asamblea para dar testimonio de servicio", manifestó.+