Jueves 21 de noviembre de 2024

El Vaticano insta a los obispos estadounidenses a ser cautelosos con los políticos que apoyan el aborto

  • 13 de mayo, 2021
  • Washington (Estados Unidos) (AICA)
"Diálogo, cautela, armonía, unidad", son las pautas dadas a los prelados "para abordar la situación de los católicos en cargos públicos que apoyan el aborto, la eutanasia u otros males morales".
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El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Luis Francisco Ladaria, envió una nota al presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB), monseñor José Horacio Gómez, en la que insta a los obispos estadounidenses a continuar con sus discusiones sobre la formulación de una política nacional "para abordar la situación de los católicos en cargos públicos que apoyan la legislación que permite el aborto, la eutanasia u otros males morales”.

El cardenal Ladaria indicó que “cualquier declaración de la Conferencia respecto a los líderes políticos católicos se enmarcaría mejor en el amplio contexto de la dignidad para la recepción de la Santa Comunión de parte de todos los fieles, en vez de solo una categoría de católicos, reflejando así su obligación de conformar sus vidas a todo el Evangelio de Jesucristo mientras se preparan para recibir el sacramento”.

La autoridad vaticana dijo además que “sería confuso si tal declaración diera la impresión de que el aborto y la eutanasia son las únicas materias graves de la moral católica y la enseñanza social que exigen el más alto nivel de responsabilidad de parte de los católicos”.

El magisterio del cardenal Ratzinger
La carta del cardenal Ladaria, fechada el 7 de mayo de 2021, surge como respuesta a una carta enviada a su vez por monseñor Gómez, el pasado 30 de marzo, para informar a la Doctrina de la Fe que los obispos estadounidenses se preparaban para reunirse el 16 de junio para evaluar la redacción de tal documento, luego de cierta controversia relacionada con el nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y su apoyo a las políticas pro elección (pro-choise). 

Al iniciar su respuesta, el cardenal Ladaria resaltó que la carta de 2004 del cardenal Ratzinger, enviada al entonces cardenal Theodore McCarrick sobre el mismo tema, “tenía el formato de comunicación privada a los obispos” y “por lo tanto, como estos principios no son publicados por la Conferencia, pueden servir como ayuda en la preparación de un borrador de su documento”.

El purpurado precisó que el cardenal Ratzinger, ahora papa emérito Benedicto XVI, “ofreció principios generales sobre la dignidad para recibir la Santa Comunión para asistir a los obispos locales en los Estados Unidos para lidiar con católicos pro-elección (abortistas) en sus jurisdicciones. La comunicación del cardenal Ratzinger debe entonces discutirse solo dentro del contexto de la nota doctrinal y su autoridad, lo que proporciona la enseñanza del Magisterio sobre la base teológica para cualquier iniciativa respecto al asunto de la dignidad para recibir la Santa Comunión”.

El prefecto destacó que la nota doctrinal sobre algunos temas respecto a la participación de los católicos en la vida política se discutió en las visitas ad limina de los obispos en 2004, durante las cuales “era claro que no había un acuerdo entre los obispos respecto al asunto de la comunión” y que no estaba en consideración “el desarrollo de una política nacional”.

El cardenal Ladaria recordó que el tema surgió nuevamente en las visitas ad limina de 2019 y 2020, y que la congregación “aconsejó que se lleve a cabo un diálogo entre los obispos para preservar la unidad de la conferencia episcopal ante los desacuerdos respecto a este tema controvertido. La formulación de una política nacional fue sugerida en estas visitas ad limina solo si esto fuese de ayuda para que los obispos mantengan la unidad”.

“Esta congregación destaca que tal política, dada su posible naturaleza contenciosa, podría tener el efecto contrario y convertirse en fuente de discordia en vez de unidad dentro del episcopado y de toda la Iglesia en los Estados Unidos. Entonces, aconsejamos durante las visitas ad limina que el efectivo desarrollo de una política en esta área requiere de un diálogo en dos etapas: primero entre los mismos obispos y luego entre los obispos y los católicos pro-elección en sus jurisdicciones”.

El prefecto Ladaria dijo además que el diálogo episcopal ayudaría a los obispos “a acordar como Conferencia que el apoyo de la legislación pro-elección no es compatible con la enseñanza católica”.

“Los obispos deben, por lo tanto, discutir y hacer acuerdos respecto a la enseñanza de la nota doctrinal mencionada, que afirma en su artículo 3 que ‘los cristianos están llamados a rechazar, como injuriosa para la vida democrática, una concepción del pluralismo que refleja el relativismo moral y acepta que la democracia debe basarse en una verdadera y sólida base de principios éticos no negociables, que apuntala la vida en sociedad’. 

Los obispos deben afirmar como Conferencia que ‘quienes están directamente involucrados en la creación de cuerpos legislativos tienen una clara y grave obligación de oponerse a cualquier ley que ataque la vida humana’”, escribió el prefecto de la congregación.

Habiendo hecho esto, los obispos locales “pueden salir e iniciar diálogos con políticos católicos en sus jurisdicciones y que adoptan posiciones pro-elección respecto a la legislación del aborto, la eutanasia u otros males morales, como un medio de entendimiento de la naturaleza de sus posiciones y su comprensión de la enseñanza católica”, indicó el cardenal Ladaria.

Luego de estas “dos etapas de diálogo extenso y sereno”, entonces la USCC podrá “afrontar la difícil tarea de discernir la mejor forma, en adelante para la Iglesia en los Estados Unidos, de dar testimonio de la grave responsabilidad moral de los funcionarios públicos católicos de proteger la vida en todas sus fases”.

“Si luego se decide formular una política nacional sobre la dignidad para la Comunión, tal declaración necesitaría expresar un verdadero consenso de los obispos sobre el asunto, mientras se observa el prerrequisito de que cualquier provisión de la Conferencia en esta área respetaría los derechos de los ordinarios (obispos) individuales en sus diócesis y las prerrogativas de la Santa Sede”.

Asimismo, el cardenal Ladaria alentó a que se haga “todo esfuerzo” para “dialogar con otras conferencias episcopales” y así “preservar la unidad” en la Iglesia universal.

Monseñor Gómez envió la carta del cardenal Ladaria a cada uno de los obispos de los Estados Unidos el 8 de mayo, como se le solicitó, y destacó que el prefecto vaticano “nos ha proporcionado un importante contexto y perspectiva que deben sernos útiles en nuestra oración y en el discernimiento sobre este asunto”.+