Jueves 18 de abril de 2024

El Papa pide renovar el interés y la reflexión sobre la eternidad

  • 5 de diciembre, 2018
  • Ciudad del Vaticano
El Santo Padre envió un mensaje a XXIII Edición de la entrega de Premios de las Academias Pontificias, que tuvo lugar este martes 4 de diciembre en el Palacio de la Cancillería. El Papa hizo referencia en su mensaje al tema elegido para este año para la sesión pública: "La eternidad, la otra cara de la vida". Al respecto el pontífice advirtió que se trata de un tema "descuidado" en los últimos años por lo que animó a "renovar nuestro interés y reflexión sobre la eternidad, sin la cual la dimensión del presente carece de un significado final".
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El Santo Padre envió un mensaje al cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura y del Consejo Coordinador entre las Academias Pontificias, con motivo de la XXIII Sesión Pública de los Premios de las Academias Pontificias, que tuvo lugar el martes 4 de diciembre en el Palacio de la Cancillería.

El acto, organizado por la Academia Pontificia de Teología y la Academia Pontificia de Santo Tomás de Aquino, contó con la presencia del Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin.

Los galardonados
Los ganadores de los Premios de las Academias Pontificias 2018 fueron dos jóvenes académicos: el doctor Stefano Abbate, por la tesis doctoral titulada "La secularización de la esperanza cristiana a través de la gnosis y el ebionismo y el doctor Francisco Javier Pueyo Velasco, por su obra "La plenitud terrena del Reino de Dios en la historia de la teología". La Medalla del Pontificado fue otorgada al doctor Guillermo Contín Aylón, por la tesis "Vado ad Patrem. La Ascensión de Cristo y el Comentario en Juan de Santo Tomás de Aquino".

En su mensaje el pontífice manifestó que es un gusto asignar estos premios "para promover y apoyar el compromiso de aquellos que, especialmente jóvenes o instituciones que trabajan con ellos, se distinguen en sus respectivos sectores para contribuir a la promoción de un nuevo humanismo cristiano".




Francisco deseó ?especialmente para los ganadores del Premio- que este encuentro pueda representar "un estímulo" para investigar y profundizar los temas fundamentales para una visión humanista cristiana y un compromiso siempre fructífero en sus respectivos campos de investigación".

La eternidad: un tema "descuidado"
Asimismo el Santo Padre reflexionó en su mensaje sobre el tema elegido este año para la sesión pública: "La eternidad, la otra cara de la vida". Al respecto el pontífice señaló que "nos estimula a reflexionar una y otra vez sobre un área, no solo teológica, sino esencial y fundamental para la experiencia cristiana", y además ?advirtió Francisco? ayuda a retomar un tema "descuidado" tanto en la investigación teológica de los últimos años como en la proclamación y formación de los creyentes.

Francisco, indica el sitio VaticanNews, también se refirió a la cultura actual, asegurando que uno de los fenómenos que la marca es "el cierre de los horizontes trascendentes, la retirada de uno mismo, el apego casi exclusivo al presente, el olvido o la censura de las dimensiones del pasado y del futuro". Y respecto al futuro, el Papa asegura que actualmente es percibido, especialmente por los jóvenes, "como oscuro y lleno de incertidumbres": "El futuro más allá de la muerte aparece, en este contexto, inevitablemente aún más distante, indescifrable o completamente inexistente".

Por otra parte señaló "la poca atención al tema de la eternidad" que se advierte y señaló que puede depender de algunos factores, como por ejemplo, "del lenguaje tradicional", el cual es utilizado en la predicación o la catequesis para anunciar la verdad de la fe y que hoy puede parecer "casi incomprensible" y a veces transmite "una imagen poco positiva y atractiva de la vida eterna".

En este sentido, el Papa espera que, tanto a nivel teológico como a nivel de proclamación, de catequesis y de formación cristiana, "renovemos nuestro interés y reflexión sobre la eternidad, sin la cual la dimensión del presente carece de un significado final, de la capacidad de renovación y de la esperanza en el futuro".

Citando algunas reflexiones de san Gregorio de Nisa y de Santo Tomás de Aquino, Francisco dijo que deberían ayudarnos y animarnos "a reproducirnos con eficacia y pasión, tanto con un lenguaje apropiado para nuestra vida diaria como con la profundidad adecuada, el corazón de nuestra fe, la esperanza que nos animan y nos dan fuerzas al testimonio cristiano en el mundo: la belleza de la eternidad".