El Papa aboga por el testimonio de unidad con los anabaptistas
- 29 de mayo, 2025
- Ciudad del Vaticano (AICA)
"¡La paz sea contigo!", escribió León XIV en un mensaje a los anabaptistas que celebran 500 años de su fundación.

Sanar las heridas del pasado y construir un nuevo futuro a través del "coraje de amar", es el deseo expresado por el papa León XIV en un mensaje dirigido este jueves por la tarde a los participantes en la conmemoración del 500º aniversario del movimiento anabaptista, nacido de la Reforma. El Papa reconoce las dificultades de ese diálogo, pero subraya la necesaria unidad de los cristianos para construir una civilización del amor.
"Con ocasión de su encuentro para celebrar el 500 aniversario del movimiento anabaptista, los saludo cordialmente a todos, queridos amigos, con las primeras palabras pronunciadas por Jesús Resucitado: ¡La paz sea con ustedes!", comienza la carta del Santo Padre.
El pontífice destacó la alegría que viene de la Resurrección de Cristo y explicó que en ese "primer día de la semana" Jesús pasó no sólo a través de las puertas cerradas, sino también a través de los corazones temerosos de los discípulos, dándoles el don de la paz.
Coraje para amar
Al aceptar la paz del Señor y responder a su llamada, que incluye la apertura a los dones del Espíritu Santo, todos los discípulos de Jesús pueden sumergirse en la novedad radical de la fe y la vida cristiana. De hecho, este deseo de renovación caracteriza al propio movimiento anabaptistas, escribió el Papa.
Se refirió al lema elegido para celebrar el 500º aniversario del movimiento menonita: "El coraje de amar".
Según el Santo Padre, este lema indica una dirección de acción para los católicos y menonitas: deben hacer todo lo posible para vivir el mandamiento del amor, la llamada a la unidad cristiana y la obligación de servir a los demás.
Sanar las heridas del pasado
También nos recuerda la necesidad de honestidad y amabilidad al reflexionar sobre nuestra historia común, que no está exenta de dolorosas heridas y narrativas que influyeron en las relaciones católico-menonitas hasta nuestros días. "Cuán importante es, por lo tanto, la purificación de la memoria y una lectura común y honesta de la historia, que nos permita sanar las heridas del pasado y construir un nuevo futuro con la valentía de amar. Solo así el diálogo teológico y pastoral puede dar fruto, un fruto que perdure", escribió León XIV.
La necesidad de unidad
Recordó que en la víspera de su Pasión, Cristo habló de la necesidad de la unidad: "que todos sean uno, para que el mundo crea".
"Mi deseo para cada uno de nosotros es, por tanto, que podamos decir con san Agustín: 'Toda mi esperanza reside únicamente en tu inmensa misericordia. Da lo que mandas y manda lo que quieras'", añadió León XIV, subrayando la extraordinaria importancia de profundizar la unidad.
"Finalmente, en el contexto de un mundo desgarrado por las guerras, nuestro camino común de sanación y profundización de la fraternidad juega un papel fundamental, porque cuanto más unidos estemos los cristianos, más eficaz será nuestro testimonio de Cristo, Príncipe de la paz, en la construcción de una civilización del amor y del encuentro", afirmó el Santo Padre.
Por último León XIV aseguró su oración por los anabaptistas "para que nuestras relaciones fraternales puedan profundizarse y desarrollarse".+