Miércoles 30 de octubre de 2024

El padre Francisco Jalics niega que Bergoglio los haya denunciado

  • 21 de marzo, 2013
  • Wilhemsthal (Alemania)
El padre Francisco Jalics SJ, uno de los dos jesuitas secuestrados durante la última dictadura militar en la Argentina, aseguró que el papa Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, no lo denunció ante la Junta Militar. "Estos son los hechos: Orlando Yorio y yo no fuimos denunciados por Bergoglio", ratificó Jalics en un comunicado publicado en la página web de los jesuitas en Alemania y que reproduce la agencia alemana DPA. El religioso aclaró que el padre Orlando Yorio SJ y él fueron secuestrados por su conexión con una catequista que primero trabajó junto a ellos y "luego ingresó en la guerrilla". "Durante nueve meses no la vimos más, pero dos o tres días después de su detención también fuimos detenidos", precisó.
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El padre Francisco Jalics SJ, uno de los dos jesuitas secuestrados durante la última dictadura militar en la Argentina, aseguró que el papa Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, no lo denunció ante la Junta Militar.

"Estos son los hechos: Orlando Yorio y yo no fuimos denunciados por Bergoglio", ratificó Jalics en un comunicado publicado en la página web de los jesuitas en Alemania y que reproduce la agencia alemana DPA.

Poco después de la elección de Bergoglio como Papa surgieron informaciones que apuntaban a que el entonces provincial no ayudó lo suficiente a los padres Jalics y Yorio, que formaban parte de su congregación y que fueron secuestrados y torturados en 1976.

En 1976, Bergoglio era el superior provincial de los jesuitas en la Argentina y los sacerdotes secuestrados, que fueron liberados meses después, pertenecían a su orden.

Según Jalics, que actualmente vive en una casa espiritual en Alta Franconia, en Baviera, es falso suponer que su secuestro y el de Yorio "se produjeron por iniciativa del padre Bergoglio".

"Antes me inclinaba por la idea de que habíamos sido víctimas de una denuncia. Pero a fines de los 90, después de numerosas conversaciones, me quedó claro que esa suposición era infundada", añadió el jesuita.

Jalics aclaró ahora además que Yorio y él fueron secuestrados por su conexión con una catequista que primero trabajó junto a ellos y "luego ingresó en la guerrilla". "Durante nueve meses no la vimos más, pero dos o tres días después de su detención también fuimos detenidos. El oficial que me interrogó me pidió los documentos. Cuando vio que había nacido en Budapest creyó que era un espía ruso", indicó.

"En la congregación jesuita argentina y en círculos católicos se extendieron en los años previos informaciones falsas que indicaban que nos habíamos mudado a los barrios carenciados porque pertenecíamos a la guerrilla. Pero ese no era el caso. Supongo que estos rumores fueron motivados por el hecho de que no fuimos liberados inmediatamente", añadió.

El Vaticano rechazó las acusaciones respecto al comportamiento del papa Francisco durante la última dictadura y las calificó de una campaña de difamación.

En sus primeras declaraciones, el padre Jalics reconoció que no fue hasta años después de su liberación y de haber dejado Argentina cuando habló sobre lo sucedido con el arzobispo de Buenos Aires.

"Después celebramos juntos una misa y nos abrazamos solemnemente. Yo me he reconciliado con lo sucedido y considero, por lo menos por mi parte, el asunto cerrado", aseguró sobre su secuestro durante la dictadura militar en 1976.

Los cuestionamientos al nuevo papa se centraron en la acusación de no haber ayudado a los dos jesuitas. El propio Bergoglio declaró haberles advertido de los peligros y haber intentado interceder por ellos ante la junta militar, pero sin éxito.

El padre Yorio murió hace unos años, mientras que Jalics vive en una casa espiritual en Alta Franconia.+