Viernes 22 de noviembre de 2024

El obispo de Catamarca alienta a afianzar la cultura del agradecimiento

  • 8 de septiembre, 2021
  • San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
A 17 años del sismo que afectó a la provincia, monseñor Luis Urbanc presidió la misa por el Día del Milagro y sostuvo que la cultura del agradecimiento "humaniza y posibilita crecer en humildad".
Doná a AICA.org

Los catamarqueños elevaron su acción de gracias a la Madre del Valle por su protección durante el sismo de 2004, en el marco de las fiestas de este martes 7 de septiembre, fecha en la que se recuerda el Día del Milagro. Las celebraciones comenzaron en horas de la mañana con la Eucaristía y el repique de campanas.

Por la tarde, el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, presidió la misa central, concelebrada por sacerdotes del clero catamarqueño, que están participando esta semana de los ejercicios espirituales, en la catedral basílica y santuario del Santísimo Sacramento y de la Virgen del Valle.

Los fieles se dieron cita en el templo catedralicio observando los protocolos para la prevención del Covid-19, mientras que muchos otros participaron de la ceremonia litúrgica a través de la transmisión por las redes sociales.

En la homilía, monseñor Urbanc  agradeció la participación en esta celebración, al considerar: “Necesitamos afianzar mucho más la cultura del agradecimiento, pues esto nos humaniza y posibilita crecer en humildad”.

El prelado hizo mención a la beatificación de Esquiú, expresando que “el pasado sábado 4 de septiembre quedará en los anales de la historia de Catamarca puesto que el Cielo bajó nuevamente a Piedra Blanca para beatificar a Mamerto Esquiú, a quien hizo nacer y crecer allí. Con lo cual nos ha ofrecido un gran consuelo ante la privación de haber celebrado, como nosotros hubiésemos querido, los 400 años de la presencia de la Virgen del Valle con la realización del IV Congreso Mariano Nacional. Tuvimos que hacerlo como Dios lo dispuso. Él sabe porque ordena los acontecimientos como se han dado. Seguro que es para nuestro mejor provecho”.

“¡Señor, auméntanos la fe! para que sepamos vivir haciendo tu Santa Voluntad”, rogó.

Al referirse al Día del Milagro, el obispo catamarqueño manifestó: “Hoy nos hemos congregado para volver a poner nuestra atención en aquel dramático terremoto que no se salió con la suya, puesto que nuestra Madre Celestial del Valle nos cubrió con su manto y no tuvimos que lamentar víctima alguna. ¡Qué importante es tener buena memoria para no apartar nuestros pasos y los de nuestros sucesores del lado del Señor y de la Virgen María, ya que sólo en ellos podemos encontrar paz y seguridad!”.

En otro tramo de su predicación, el pastor diocesano afirmó que “el Señor Jesús, hoy, nos está llamando nuevamente a seguirlo, como hizo con los doce apóstoles, en gesto de amistad personal, a ser testigos de las maravillas que obra en nosotros y por medio nuestro”.

En la parte final de su reflexión, monseñor Urbanc se dirigió a la Madre de los catamarqueños: “Santísima Virgen del Valle, vuelto a Ti, te suplico por Catamarca, por cada uno de los que caminamos su suelo bendecido y protegido por tu maternal y divino amor. Concédenos tener memoria y ser cada día más agradecidos con tantos dones con que el Buen Dios nos engalana. Ayúdanos a ser fieles a nuestra condición de hijos de Dios y hermanos los unos de los otros. No dejes de caminar con nosotros para que internalicemos que nos necesitamos los unos a los otros con respeto y cordialidad”.

Pon en nuestros corazones los deseos que tú tienes de Dios, de estar con Él, de amar como Él, de servir como lo hizo tu amado Jesús, de hacer presente el Reino de Dios con todas las fuerzas, la creatividad y tenacidad que hagan falta. Danos el perseverar en los propósitos que nos hacemos y que los logros no nos envanezcan, ni nos aparten de Dios ni de los demás”, agregó, y concluyó: "¡Madre querida, que jamás se nos ocurra que podemos prescindir de persona alguna, más aún que tengamos la firme convicción de que nos necesitamos los unos a los otros, como nos enseña el mismo Dios que siempre quiere contar con nosotros para llevar a cabo su Obra, así como lo hizo contigo! ¡Gracias, Madre! Amén”.

Al finalizar la misa, el obispo de Catamarca con los sacerdotes se dirigieron hasta el altar dedicado al beato Mamerto Esquiú donde están expuestas sus reliquias y su imagen.+